José Ramón Morandeira García de la Cruz
Nuestro interés por las congelaciones de montaña se inicia hace más de 20 años por una serie de motivaciones personales y profesionales, centrándose en el estudio clínico y experimental de las lesiones localizadas por acción del frio.
Desde el punto de vista clínico, esta línea de trabajo ha motivado la creación de una Unidad para el Tratamiento de las Congelaciones en el Hospital Clínico de Zaragoza, que está considerada desde 1988 como Centro Estatal de referencia para el tratamiento de estas lesiones, y que ha conseguido reunir la casuística más elevada de cuantas se han publicado en España, con un total de 350 casos. Esta casuística, aunque alejada aún de las más altas publicadas en el mundo (Chamonix, Francia; Anchoraje, Alaska, USA), permite ya establecer comparaciones, valorando pautas clínicas y de tratamiento a las que se han hecho algunas aportaciones originales. Además, la Unidad mantiene protocolos clínicos de estudio conjunto con el Hospital de Chamonix y los Hospitales Clínicos Universitarios de Grenoble e Innsbruck.
Desde el punto de vista experimental, habíamos estudiado ya entre otros en nuestro laboratorio, los efectos de recalentamiento en la pata de la rata, congelada con un modelo original, señalando la eficacia de los baños de agua caliente, e indicando la forma óptima de hacerlo.
Además insistíamos especialmente en los catastróficos efectos de la incidencia de situaciones de congelación-recalentamiento-recongelación, con sus terroríficas secuelas de amputaciones.
También, en dependencia del tiempo de exposición al frío y de la modalidad de recalentamiento seguida mostrábamos en nuestros estudios morfológicos la presencia de agregados intracapilares de glóbulos rojos con fibrina, trombosis y engrosamiento endotelial. Concluíamos que un cuidadoso estudio de las alteraciones de la microcirculación en las congelaciones era deseable para el futuro.