Miriam Gracia Bueno, Elena Cegoñino Giral, Alejandro Candala Ramírez, Sofía Arnaudas Sancho, Rubén Oriol Herrero, Sergio Bueno Meléndez
Las fracturas costales son las lesiones más frecuentes en los traumatismos torácicos. En la mayoría de los casos son ocasionados por accidentes de tráfico, doméstico, laboral, deportivos o agresiones. Un 80% de las lesiones torácicas pueden manejarse con maniobras no quirúrgicas, pero el 15% a 20% restantes requieren manejo quirúrgico 1,2.
El traumatismo de tórax es una situación altamente complicada en el manejo de la urgencia. Requiere conocimientos de las complicaciones que pueden poner en riesgo vital al paciente en pocos minutos como de un adecuado manejo primario de las complicaciones que se pueden presentar en el mediano y largo plazo.
Dependiendo de la magnitud del trauma las fracturas costales pueden estar asociadas a neumotórax, hemotórax, contusión pulmonar y tórax volante. La morbilidad y mortalidad está asociada al número de costillas fracturadas.
Inicialmente es tratado como un politraumatizado realizando el ABCDE, toma de constantes, valorando lesiones intraabdominales, vasculares, neurológicas, inestabilidad de la pared costal, desviación traqueal, etc. Posteriormente, la realización de radiografías de tórax permite localizar fracturas e incluso si la gravedad es más elevada se puede realizar un TAC.
Rib fractures are the most common injury in chest trauma. In most cases caused by traffic accidents, domestic, work, sports or aggression. 80% of chest injuries can be managed with non-surgical maneuvers, but the remaining 15% to 20% will require surgical management1,2.
Chest trauma is a highly complicated situation in emergency management. It requires knowledge of the complications that can put the patient at risk in a few minutes, as well as adequate primary management of the complications that can occur in the medium and long term.
Depending on the magnitude of the trauma, rib fractures may be associated with pneumothorax, hemothorax, pulmonary contusion and flail chest. Morbidity and mortality is associated with the number of fractured ribs.
Initially, he was treated as a polytraumatized patient, performing the ABCDE, taking vital signs, assessing intra-abdominal, vascular, and neurological injuries, instability of the costal wall, tracheal deviation, etc. Subsequently, chest x-rays allow fractures to be located and even if the severity is higher, a computerized axial tomography can be performed.