José Luis Doreste, Núria Massó i Ortigosa
Hemos estudiado un grupo de 50 bailarines, la mayoría de sexo femenino, que han sido sometidos aun interrogatorio y una exploración física. Las edades estaban comprendidas entre los 16 y los 33 años y todos tenían un nivel profesional bueno. 30 de ellos, además, fueron sometidos a pruebas de laboratorio donde se les determinó su VO2 máx. y umbral anaeróbico ventilatorio y se les hizo un estudio antropométrico.
La media del consumo máximo de oxígeno (mujeres: 37,/ ml/kg/min y hombres: 44,6 ml/kg/min.) resultó ser de un nivel medio bajo comparándolo con deportistas de mediano nivel, aunque superior al de la población sedentaria, por lo que la danza puede ser recomendada Como alternativa para mejorar la condición física.
El porcentaje graso resultó ser muy inferior al de las personas sedentarias y deportistas de buen nivel, y la potencia máxima en wats. fue buena en relación al peso corporal.
Se observó una incidencia alta de problemas en tobillo, pie y columna lumbar y cervical, y un porcentaje alto de lesiones téndino-musculares, así como de alteraciones en la menstruación y retraso en la edad de menarquia.