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Rafael Roldán Villalobos
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Ricardo Veamonde Lemos
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En condiciones de actividad física intensa, el músculo esquelético sufre, en las diversas estructuras que lo conforman, variaciones morfológicas que le permiten adaptarse a la nueva situación fisiológica para conseguir mejor respuesta, en potencia y rapidez, ante el mayor trabajo físico que implica el ejercicio. Estas variaciones del músculo aumentarían su potencia; ésta depende, y es directamente proporcional, del número de fibras constituyentes y del área de su sección transversal.
El ejercicio físico puede modificar las dimensiones de un músculo, o grupo de músculos, hacia un aumento de su volumen. Este aumento es consecuencia de la hipertrofia muscular e incluso de la hiperlasia de las fibras musculares. Pero no sólo las fibras musculares sufren cambios sino que, estructuras ajenas a la propia célula muscular, pueden verse afectadas en esta adaptación. Es el caso del tejido conectivo que rodea a los miocitos y el sistema vascular del músculo.
Todo ello compone la adaptación del músculo esquelético al ejercicio. es conveniente comentar que, en ocasiones, el dintel de la adaptación puede ser sobrepasado y las células musculares, o el músculo en su conjunto, se lesionan dando lugar a la denominada miopatía por ejercicio. Esta miopatía incluye los denominados síndromes compartimentales descritos en atletas tras la realización de un ejercicio vigoroso (Reneman, 1968 (1); Rorabeck and MaCnab (1975) (2).
Es necesario indicar que no todos los ejercicios inducen hipertrofia muscular. Diferentes estudios experimentales demuestran que la aparición de la hipertrofia depende de diversos factores tales como duración, intensidad y tipo de actividad física que se realice. Por lo que respecta a la hiperplasia de las células musculares en relación con el ejercicio hay que decir que es un fenómeno no demostrado por todos los autores que han estudiado el tema. Los mecanismos íntimos de ambos fenómenos, hipertrofia e hiperplasia, no son conocidos con exactitud en la actualidad, barajándose la posibilidad de participación, en las dos situaciones, de las células satélites de Mauro.
