Palma de Mallorca, España
Desde la declaración del estado de alarma en marzo de 2020, las admisiones hospitalarias, la asistencia clínica y los recursos médicos fueron desviados significativamente para abordar las consecuencias de la enfermedad generada por el coronavirus-19 (COVID-19). La gravedad de la situación sufrida afectó a la mayoría de las enfermedades, limitando los recursos sanitarios a atender los casos de neumonías por COVID-19 y a las enfermedades más urgentes, tanto médicas como quirúrgicas. La actividad asistencial no urgente derivada de otras patologías (no COVID-19) se redujo sustancialmente durante la pandemia, en parte por la reorganización y reserva de los recursos y en parte por el miedo de los ciudadanos a contagiarse del virus en los centros sanitarios.