Taycia Ramírez Pérez
Un día de nuevo, como cada uno desde que en marzo empezó el distanciamiento social por la Covid-19. Amanecí dando gracias a Dios por la vida, por tener trabajo, por tener salud, y por estar al lado de mi hija. Abres el zoom unos minutos antes de iniciar, impartes tu clase, con energía, innovando, para abstraerte y abstraer a tus estudiantes de la realidad que se está viviendo fuera, como queriendo escapar de todo, transmitiendo amor a través de una pantalla [Fragmento de texto].