Introducción. La situación actual que presentan los países de desarrollo, condicionada por la crisis mundial y por su propia dinámica, ha obligado a replantear las políticas y modelos de desarrollo de la Salud adoptados en el pasado, donde la salud ya no es una responsabilidad única del sector salud; y en consecuencia, deben involucrarse diferentes actores y sectores sociales, institucionales y comunitarios, que pueden influir en la situación de salud de los grupos sociales de un determinado espacio poblacional. Bajo esta perspectiva, esta investigación presenta un panorama de las condiciones de salud del sector administrativo, encontrándose que dentro de los factores predominantes está el sedentarismo y el sobrepeso. Objetivo. Analizar las características de los determinantes económicos, sociales y culturales y las políticas sobre la reducción de los factores de riesgo en relación con las enfermedades: Diabetes Mellitus, Hipertensión Arterial e Infarto del Miocardio en los funcionarios administrativos/vas de la Universidad de Costa Rica de 18-45 años, Sede Rodrigo Facio. Metodología. Estudio observacional explicativo, transversal, retrospectivo. Muestreo sistemático para 321 personas, tomando en cuenta los siguientes criterios de selección: nivel educativo, tipo de trabajo, experiencia, anuencia, ser funcionario de la Universidad de Costa Rica. Se aplicó un cuestionario y entrevista a informantes claves, recopilación y análisis de documentos existentes. Resultado. Los estilos de vida no saludables se presentaron con mayor frecuencia en la población que presentaba Diabetes Mellitus, Hipertensión Arterial o Colesterol, que en la población en general. Los funcionarios presentan varios determinantes asociados a estas enfermedades como lo son: sedentarismo, herencia, el sobrepeso, estrés, inadecuada alimentación, hábitos de fumado y consumo de licor. Los dos factores predominantes que se pueden modificar en el sexo femenino fueron el sedentarismo y el sobrepeso. En el sexo masculino fueron: el elevado consumo de azúcar y el consumo de licor. Conclusión. La profesión de enfermería debe integrarse cada día más en el ámbito de la salud integral para así fortalecer el concepto de atención integral en todos sus niveles y escenarios: laboral, familiar y educativo; por medio de la sensibilización, educación, motivación junto con la participación social de diversos actores en la identificación, priorización e intervención de los principales problemas y necesidades de salud según los diferentes espacios-población.