El entrenamiento de fuerza se utiliza actualmente tanto en la fase de aprendizaje deportivo como de especialización. Siempre se ha considerado el entrenamiento de fuerza en fase de crecimiento como nocivo para el buen desarrollo.
Los estudios al respecto no demuestran efectos negativos, ni lesiones sobre el aparato músculo-esquelético, ni sobre parámetros de condición física y sí un efecto de mejora sobre la fuerza.