J.A. Ferrero, E. Izquierdo, Luis Mainar Latorre, R. Gómez Aldaraví, Vicente López Merino
Desde un punto de vista de promoción de la salud, clásicamente se ha considerado el entrenamiento con cargas asimétricas o de fuerza como poco o nada fisiológico y en general no recomendable para determinados grupos de población. En las publicaciones más citadas al respecto, se habla de una elevada incidencia de hipertrofias cardíacas concéntricas o no fisiológicas en los deportistas que practican este tipo de entrenamiento. Sin embargo, son pocos los trabajos realizados con tecnología moderna que corroboren este pensamiento generalizado. Por añadidura, los trabajo disponibles frecuentemente no normalizan las medidas ventriculares al peso o superficie corporal, tan dispares cuando comparamos un maratoniano con un lanzador o un levantador de pesas.
En los últimos años, los estudios más rigurosos y amplios han venido demostrando que en realidad la respuesta del corazón al entrenamiento no es específica o dependiente de un tipo de entrenamiento o deporte, sino que los mecanismos de adaptación parecen depender más del volumen e intensidad del entrenamiento y paradójicamente se demuestran mayores hipertrofias de los deportistas de resistencia aeróbica.
En un trabajo realizado por nuestro grupo con ecocardiografía bidimensional y en modo -M se demuestra que la incidencia de hipertrofia cardíaca en deportistas de élite de fuerza se da en menor proporción que en otros deportes aeróbicos y es del tipo denominado excéntrico o fisiológico.