La musculación es una actividad física cada vez más utilizada como parte integrante del entrenamiento de numerosas disciplinas deportivas. Actualmente, acuden un creciente número de clientes a los gimnasios de musculación para realizar una actividad gimnástica; una significativa parte de estas personas presentan problemas de espalda los cuales pueden ser influenciados con la práctica de esta actividad; otros individuos buscan en esta disciplina un medio para mejorar su sintomatología o solamente para tener una mejor apariencia estética. Esta actividad se puede contemplar como un complemento terapéutico para algunas deformidades del raquis como las escoliosis y las cifolordosis. El trabajo de musculación con altas cargas de entrenamiento en individuos con desalineaciones del plano sagital puede ocasionar su empeoramiento o mejoría dependiendo de los ejercicios realizados y sobre todo de cómo son ejecutados. La musculación no ha de indicarse como una terapia exclusiva para ninguna deformidad raquídea postural ni estructurada, ni el joven paciente ha de sustituir a la fisioterapia ni a los corsés por un incremento de su práctica. Por otro lado, debido a la probabilidad de agravarse una desalineación raquídea con un trabajo indiscriminado de musculación y dada la alta prevalencia de estas desalineaciones, es muy aconsejable incluir el estudio del aparato locomotor dentro del reconocimiento médico-deportivo previo a la práctica de la musculación. El médico que aconseje esta actividad a pacientes "desalineados", debe conocer adecuadamente los aparatos, nomenclatura y correcta técnica de ejecución.