El envejecimiento poblacional se asocia a un mayor uso de recursos sociales sanitarios, asociados a la mayor morbimortalidad y discapacidad de este grupo etario. La fragilidad es un síndrome geriátrico previo a la aparición de la dependencia funcional, que permite la identificación de individuos de mayor riesgo de dependencia, institucionalización, efectos adversos de fármacos, mortalidad y otros eventos negativos de salud. Este síndrome es potencialmente reversible con una intervención multicomponente. La atención primaria de salud es el lugar preferente para el diagnóstico y seguimiento de la fragilidad, a través de escalas como la FRAIL scale, el fenotipo de Fried o modelos de acumulación de déficits. Para el seguimiento se precisa la intervención multidimensional y coordinada de diferentes profesionales sanitarios y sociales, con la implicación del paciente y su familia. Se debe fomentar la investigación para determinar las intervenciones más eficaces y los cursos clínicos más frecuentes.
Population aging is associated with a greater use of social and health resources, associated with greater morbidity, mortality and disability in the elderly. Frailty is a geriatric syndrome prior to the onset of functional decline, which allows the identification of individuals at higher risk of dependency, institutionalization, adverse effects of drugs, mortality and other negative health events. This syndrome is potentially reversible with a multicomponent intervention. Primary health care is the preferred place for the diagnosis and follow-up of frailty, through scales such as the FRAIL scale, the Fried phenotype or deficit accumulation models. Follow-up requires the multidimensional and coordinated intervention of different health and social professionals, with the involvement of the patient and their family. Research should be encouraged to determine the most effective interventions and the most common clinical courses.