Puntos para una lectura rápida • La pancreatitis aguda (PA) tiene una incidencia creciente y es una de las enfermedades gastrointestinales que con más frecuencia requiere hospitalización, con una mortalidad entre el 5-10%.
• El diagnóstico de la PA se basa en dolor epigástrico intenso, elevación de amilasa o lipasa, y/o hallazgos característicos de PA en la prueba de imagen.
• La PA se divide en pancreatitis edematosa intersticial y pancreatitis necrotizante. La PA edematosa intersticial es la forma de presentación más frecuente (90%), presenta edema glandular, que puede acompañarse por la presencia de líquido peripancreático. La pancreatitis necrotizante (5-10%) se caracteriza por la presencia de necrosis pancreática y/o peripancreática.
• La gravedad de la PA viene marcada por la repercusión sistémica que ocasiona (fallo orgánico), sobre todo si es persistente, y también por las complicaciones locales que se pueden desarrollar (colecciones líquidas o necrosis), especialmente si se infectan, requiriéndose un manejo personalizado.
• La causa más frecuente (35-40%) de PA es la litiasis biliar, incluyendo las microlitiasis y el barro biliar. El alcohol representa la segunda causa (30%).
• Si la causa de la PA no se corrige, un 30-50% de los pacientes tendrán una recurrencia.
• El 10-20% de casos quedan sin diagnóstico etiológico, después de un estudio diagnóstico exhaustivo, y se consideran PA idiopáticas.
• En caso de PA de origen tóxico por alcohol o tabaco es indispensable conseguir la abstinencia para prevenir recaídas.
• Después de una PA, independientemente de la causa, con frecuencia se afectan las funciones tanto exocrina como endocrina del páncreas.