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O Vega Hernández
La falta de actividad física y los hábitos alimentarios inadecuados han sido señalados recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como dos de los factores que más contribuyen al desarrollo de las principales enfermedades crónicas. La promoción de la salud en la escuela se reconoce como una forma efectiva de intervención para mejorar y proteger la salud. En España, la prevalencia de sobrepeso se sitúa en torno al 23% y la de obesidad sobre el 18%.
Con el objetivo de analizar la efectividad de las técnicas de educación para la salud que son más efectivas para la población infantil de 3 a 12 años, se diseña una revisión bibliográfica con un formato estandarizado.
Los resultados de la búsqueda siguieren varias líneas, según se centren en el cambio de comportamiento centrado en intervenciones en escolares, en cambios emocionales en la persona y a su vez, o en un cambio en el patrón de conducta. Tienen mejores resultado en cuanto a cambios de conductas alimentarias en escolares son los talleres organizados por profesionales de la salud. Hay poca evidencia acerca del uso de las nuevas tecnologías como técnicas eficaces en el cambio de hábitos alimenticios en jóvenes.
The lack of physical activity and inadequate eating habits have recently been pointed out by the World Health Organization (WHO), as two of the factors that contribute most to the development of the main chronic diseases.
The promotion of health at school is recognized as an effective way of intervention to improve and protect health.
In Spain, the prevalence of overweight is around 23% and obesity over 18%.
In order to analyze the effectiveness of health education techniques that are most effective for children aged 3 to 12 years, a bibliographic review with a standardized format is designed.
The results of the search follow several lines, depending on whether they focus on behavioral change focused on school interventions, on emotional changes in the person and in turn, or on a change in the behavior pattern. They have better results in terms of changes in eating behaviors in schoolchildren are workshops organized by health professionals. There is little evidence about the use of new technologies as effective techniques in changing eating habits in young people.
