Cordoba, España
Luisa de Marillac tuvo una vida llena de tormentos, especialmente en su primera etapa, donde no encajaba en el mundo de la aristocracia. Apartada de la familia, fue internada donde recibió una gran formación humanista, pasando después a una formación práctica en las tareas femeninas de la época. Quería dedicarse al mundo intelectual y espiritual pero también fue rechaza. Por eso, tuvo que casarse en contra de su voluntad, de cuyo matrimonio nació un hijo que le trajo grandes quebraderos de cabeza. Así, tras enviudar, dedicó toda su vida al cuidado socio-sanitario de los pobres y menesterosos a través de las Cofradías de Caridad, de las cuales nacieron las Hijas de la Caridad, instituto religioso predecesor de la Enfermería y el Trabajo Social, llegando a España a finales del s. XVIII.