El ponente profundiza en un periodo no demasiado conocido de la vida de Juan de Dios, como fue la estancia que realizó en el monasterio de Guadalupe en Extremadura, por consejo de su guía espiritual Juan de Ávila. Aunque tradicionalmente se ha aceptado que este viaje tuvo un marcado acento espiritual, lo cierto es que existen sobrados argumentos para entender que también lo hizo para asistir al hospital que los jerónimos tenían anexo al monasterio, hoy hospedería. Para el prof. Ventosa es plausible pensar que debió asistir a algunas enseñanzas en su famosa escuela de Medicina, una de las más reputadas desde la Edad Media.