Lorena Tejero Vidal
Históricamente, se ha intentado definir el concepto de identidad profesional desde la relación que el propio profesional establece con la sociedad, y como “un conjunto de atributos que permiten al individuo sentirse parte de un gremio profesional” (Franco Coffré, 2020). Se trata de una variable contextual influenciados por coyunturas históricas y culturales, e incluso influenciado por discursos públicos (Balderas Gutiérrez, n.d.; Castrillón Agudelo, 1992; Kelly et al., 2012; Pimentel et al., n.d.; Ruvalcaba Coyaso et al., 2011; Siles González, 2005; Silva Lima, 2020; Velandia Mora, 2014).
Para ello, la perspectiva histórica de su construcción es necesaria, teniendo en cuenta que la propia disciplina ha pasado por diferentes etapas que la han impregnado (cuidados domésticos y con una perspectiva de género, la filantropía, la caridad y/o procesos de tecnificación). Periodos que han influido en la estigmatización de su imagen actual (Franco Coffré, 2020).
La disciplina enfermera es una de las profesiones más estereotipadas actualmente, por lo que es necesario el ayudar a conformar una identidad profesional desde los inicios de la formación de la misma, identificando aquellos aspectos que ayuden a proyectar una imagen social “sana” y capaz de aumentar su visibilización en la comunidad (Arreciado Marañón, 2013; Calvo Calvo, 2011; Errasti Ibarrondo et al., 2012; Fernández Salazar & Ramos Morcillo, 2013).
Los objetivos del presente trabajo son los de:
- Describir y analizar la evolución de la vestimenta de la disciplina enfermera a lo largo de la historia.
- Desarrollar un pensamiento crítico sobre cómo la vestimenta de la disciplina ha influido en la construcción de la identidad enfermera.