La cirugía aneurismática de aorta ha experimentado una gran evolución desde la cirugía abierta tradicional a la técnica endovascular. Esto ha supuesto para la enfermería quirúrgica el aprendizaje de nuevas técnicas de instrumentación y el conocimiento y manejo de aparataje específico. La cirugía endovascular ofrece posibilidad de tratamiento a pacientes no tributarios de cirugía convencional, por lo que los candidatos a estos procedimientos tienen más comorbilidades y esto supone un reto para el equipo quirúrgico. El procedimiento quirúrgico consiste en excluir el aneurisma con una endoprótesis introducida a partir de una punción arterial mediante técnica Seldinger. Para realizar esta intervención se requiere apoyo radiológico en tiempo real, medios de contraste específicos como el CO2 además del contraste yodado tradicional, monitorización hemodinámica y neurológica avanzada y personal multidisciplinar entrenado. Por todo esto un quirófano híbrido sería la mejor elección para realizar este tipo de procedimientos. El objetivo del presente artículo es exponer de forma general las particularidades de este tipo de intervenciones quirúrgicas y sus implicaciones para la enfermería quirúrgica.