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Dorka González Narváez
En la vida, todos venimos a cumplir una misión, en nuestro caso, los enfermeros nos dedicamos a cuidar y preservar la salud del ser humano; nuestra profesión está sujeta a normas y reglamentos, los cuales nos permiten actuar responsable y racionalmente en el campo del cuidado humano, sin importar las condiciones sociales, mentales y espirituales. El objetivo del artículo es describir la práctica de la enfermera, enfrentada a cuidar a un paciente encarcelado, una situación muy peculiar que pone a prueba los valores de un ángel en la tierra que se dedica a preservar el cuidado de un paciente sin importar su condición. El artículo muestra una metodología descriptiva y documental. Dentro de la estructura, se presentan, en la primera sección, la descripción del caso, titulado ‘Mi niña enfermera’. En la segunda sección, nombrada, ‘Discusión del caso’, es un espacio para describir aspectos negativos de la experiencia profesional. Por último, se muestran las ‘Reflexiones’. Dar a conocer esta experiencia permite influir en el camino de la formación de estudiantes de enfermería, reforzando una postura de nobleza y dedicación a su paciente, dado que siento que en el camino de la formación del enfermero, los espejos donde se ven, en el futuro volverán a ver su reflejo.
