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Carmen Mallea Zuriaga
Las vacunas constituyen una de las medidas sanitarias que mayor beneficio ha producido y sigue produciendo a la humanidad, previenen enfermedades que antes causaban grandes epidemias, muertes y secuelas. A pesar del evidente éxito de la vacunación para controlar enfermedades, la pérdida de confianza de los ciudadanos en la vacunación es preocupante y supone un importante reto para los expertos en salud pública. Hay corrientes críticas que dudan del valor de las vacunas y mediante la difusión de información engañosa, poco fiable y sin una base científica reconocida sobre vacunación, han cuestionado la utilidad de las vacunas, lo que puede despertar temores exagerados entre padres y pacientes. El profesional sanitario es una pieza clave para conseguir la aprobación y confianza en las vacunas y tiene una gran responsabilidad en trabajar para disminuir la reticencia a la vacunación. Para ello es fundamental estar preparado para responder y comprender sus preocupaciones o dudas sobre vacunación, por cada motivo hay una respuesta, que debemos conocer y transmitir. Por ello, el propósito de este trabajo es responder a las preocupaciones más comunes relacionadas con la reticencia a la vacunación, resolviendo dudas e ideas equivocadas. Para mantener o mejorar la confianza en los programas nacionales de inmunización, el personal de enfermería debería estar familiarizado con todos los aspectos de la vacunación y ser agentes promotores de salud, desmontando los mitos que se generan en torno a ellas, y estar preparados para responder ante cualquier inquietud de la población y así evitar que disminuya la cobertura vacunal.
