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Gustavo Nigenda, Gladis Patricia Aristizábal Hoyos
Introducción. El objetivo del documento es argumentar que el liderazgo de enfermería en México tiene un enorme potencial por desarrollar y que en gran medida es silencioso. Se exponen casos para mostrar el liderazgo de la enfermería en el sistema de salud de México que no son reconocidos debidamente por los actores sociales y el Estado. Desarrollo. Se discuten un conjunto de características del liderazgo que la enfermería podría incorporar en su desarrollo y lograr avanzar hacia nuevas etapas de su estatus profesional, sus niveles de entrenamiento y su papel en la producción de servicios de salud. Particularmente, se hace énfasis en el desarrollo de un liderazgo colectivo que permita a la enfermería apoyar el alcance de objetivos sistémicos por encima objetivos grupales o individuales. A diferencia de otros grupos profesionales, la enfermería es entrenada sobre bases humanistas las cuáles han sido obliteradas por los cambios que las reformas de los sistemas de salud han traído consigo en las últimas dos décadas. Conclusión. Un liderazgo conspicuo de la enfermería debe basarse en preservar su formación humanista, en la capacidad de establecerse como par en las decisiones clínicas y gerenciales, en articular un plan consistente para el desarrollo de la enfermería en práctica avanzada y, finalmente, para fungir como un motor del cambio del sistema hacia el modelo de atención primaria a la salud.
Introduction. The purpose of this document is to argue that the leadership of nursing in Mexico has an enormous potential for growth and that it is, in large part, silent. It presents cases to demonstrate that nursing leadership in Mexico's healthcare system is not properly recognized by either social actors or the state. Body. Nurses could incorporate several characteristics of leadership in their development in order to reach higher professional status and training levels as well as a larger role in the production of health services. In particular, there is an emphasis on the development of a collective leadership, which would help the field of nursing to accomplish systemic goals rather than group or individual ones. Unlike other professional fields, nursing education is founded on a humanist base which has been chipped away by changes brought by the last decades' healthcare reforms. Conclusion. Nursing leadership should be based on several principles. It must preserve its humanistic training. It must establish itself as co-equal when it comes to clinical and management decisions. It must articulate a consistent plan for the development of nursing as an advanced practice. And, finally, it must serve as a motor of change, guiding the healthcare system toward the model of primary care.
