Lucia Rosa Secorún Enjuanes, Silvia Morales Esquinas, Ixea Abos Navarro, Susana Monfort Ferris, Rocío Buisán Espías
La parálisis braquial obstétrica (PBO) es una parálisis flácida del miembro superior del neonato por una lesión del plexo braquial en el período neonatal asociada al parto. Su expresión clínica varía dependiendo de las raíces nerviosas que resulten lesionadas y de la extensión del traumatismo.
De manera general las causas de la PBO pueden agruparse en dos tipos: la traumática en el momento del parto y la producida intraútero. Los factores de riesgo implicados más importantes son la distocia de hombro, la macrosomía y el parto instrumental.
La incidencia de la PBO tiende a disminuir en los últimos años, sobre todo por el empleo de mejores prácticas obstétricas. Sin embargo, se trata de uno de los traumatismos obstétricos más frecuentes.
En la práctica, el diagnóstico es clínico, y la evolución durante los primeros días permite establecer el pronóstico.
Después de un parto difícil, el diagnóstico es sencillo. La extremidad superior se presenta flácida, hipotónica y colgante, en contraste con la hipertonía en flexión fisiológica de la extremidad contraria, y sin la clásica respuesta al explorar reflejos como el moro.
El pronóstico de estas lesiones varía desde la recuperación completa hasta la presencia de secuelas permanentes en los casos de lesiones severas e irreversibles del plexo.
El manejo de la parálisis braquial obstétrica requiere de un equipo multidisciplinario. En la actualidad se da preferencia al tratamiento conservador. Una vez diagnosticada la afección, se impone el inicio precoz del tratamiento conservador. Su principal objetivo será mantener al máximo la integridad funcional del miembro, evitando complicaciones y contribuir a la recuperación funcional del plexo. En caso de quedar lesiones permanentes, el inicio precoz del tratamiento conservador facilita el éxito de los tratamientos quirúrgicos.
El tratamiento quirúrgico se recomienda sólo en aquellos casos donde exista fracaso del tratamiento conservador.
Obstetric brachial palsy (OBP) is a flaccid paralysis of the upper limb of the newborn due to a brachial plexus injury in the neonatal period associated with childbirth. Its clinical expression varies depending on the nerve roots that are injured and the extent of the trauma.
In general, the causes of PBO can be grouped into two types: traumatic at the time of delivery and intrauterine causes. The most important risk factors involved are shoulder dystocia, macrosomia, and instrumental delivery.
The incidence of OBP has tended to decrease in recent years, especially due to the use of better obstetric practices. However, it is one of the most common obstetric trauma.
In practice, the diagnosis is clinical, and the evolution during the first days makes it possible to establish the prognosis.
After a difficult delivery, the diagnosis is straightforward. The upper limb appears flaccid, hypotonic and hanging, in contrast to the hypertonia in physiological flexion of the opposite limb, and without the classic response when exploring reflexes such as the Moorish.
The prognosis of these injuries varies from complete recovery to the presence of permanent sequelae in cases of severe and irreversible injuries to the plexus.
The management of obstetric brachial palsy requires a multidisciplinary team. At present, preference is given to conservative treatment. Once the condition is diagnosed, early initiation of conservative treatment is required. Its main objective will be to maintain the maximum functional integrity of the limb, avoiding complications and contributing to the functional recovery of the plexus. In case of permanent lesions, the early initiation of conservative treatment facilitates the success of surgical treatments.
Surgical treatment is recommended only in those cases where there is failure of conservative treatment.