Gregorio Martínez Sánchez
La pandemia originada por el coronavirus SARS-CoV2 (COVID-2019) ha infectado a más de 246 millones de personas, con un 2 % de letalidad. Hasta la fecha, no existen terapias con una eficacia probada bajo estudios clínicos y solo pocas vacunas clínicamente aprobadas. A pesar de la gran variedad de fármacos bajo investigación, el arsenal farmacológico para enfrentar esta enfermedad se encuentra muy restringido. En este contexto, hay un acercamiento a métodos de tratamientos complementarios y tradicionales.
La ozonoterapia hoy cuenta con un amplio respaldo de estudios toxicológicos, moleculares, preclínicos y clínicos, con un ritmo de aparición de 4 artículos diarios en la base de datos MedLine de PubMed en los últimos meses. Existe un amplio número de trabajos que han soportado los mecanismos por los cuales el ozono médico, puede ser usado como terapia complementaria en esta infección. En la actualidad hay 23 ensayos clínicos inscritos en bancos de ensayos clínicos públicos, 7 de ellos con resultados. Por otra parte, han aparecido 28 artículos científicos con resultados de su uso en las fases de prevención, tratamiento del paciente infectado y tratamiento de convalecientes. Los principales resultados indican que el ozono: disminuye los índices de inflamación, disminuye el tiempo de respiración asistida, mejora la saturación de oxígeno y negativiza la PCR en períodos más cortos. No obstante, son necesarios estudios clínicos controlados más amplios para ratificar estos resultados.
The pandemic caused by the SARS-CoV2 coronavirus (COVID-2019) has infected more than 246 million people, with a 2% fatality rate. To date, there are no therapies with proven efficacy under clinical studies and only few clinically approved vaccines.
Despite the great variety of drugs under investigation, the pharmacological arsenal to face this disease is very restricted. In this context there is an approach to complementary and traditional treatment methods. Today ozone therapy has extensive support from toxicological, molecular, preclinical and clinical studies, with a rate of appearance of 4 articles per day in PubMed’s MedLine database in the recent months. There is a large number of studies that have supported the mechanisms by which medical ozone can be used as a complementary therapy in this infection. There are currently 23 clinical trials registered in public clinical trial banks, 7 of them with results. In addition, 28 scientific articles have appeared with results of its use in the phases of prevention, treatment of the infected patient and treatment of convalescents. The main results of the studies indicate that ozone: reduces inflammation indices, decreases assisted breathing time, improves oxygen saturation and makes PCR negative in shorter periods. However, larger controlled clinical studies are needed to confirm these results.