Pilar Serrano, M.C. de Tena-Dávila Mata
Objetivo: evaluar hasta qué punto los usuarios del servicio de ayuda a domicilio (SAD) cumplen criterios de fragilidad y la relación de los diferentes problemas geriátricos detectados con la dependencia funcional, con el fin de alertar a los servicios sociales y sanitarios sobre la necesidad de priorizar la atención en esas áreas.
Material y método: el estudio se llevó a cabo mediante cuestionario postal, enviado a los usuarios del SAD de un distrito de Madrid, y con una posterior entrevista directa con enfermería. Además de otras preguntas de interés, se utilizaron diversas escalas de uso común en geriatría (Barber, National Screening Initiative, Pfeiffer, Barthel y Lawton). El análisis estadístico se realizó con el programa SPSS y se utilizaron los tests de la t de Student, de la ?2 y de correlación bivariable. Se utilizaron los registros de las 153 personas con una edad media de 81± 7,2 años que respondieron.
Resultados: según el cuestionario de Barber, todos los usuarios cumplen criterios de fragilidad. De ellos, el 13,7% era independiente para las actividades instrumentales de la vida diaria y el 18,5%, para las básicas. Hubo una correlación negativa entre las escalas de Barthel y Lawton y entre las puntuaciones de Barber, NSI y Pfeiffer. Se detectaron numerosos problemas geriátricos. Las caídas, el dolor y las quejas respecto a la memoria fueron los más frecuentes para los dependientes en las actividades de la vida diaria, tanto básicas como instrumentales. Entre los dependientes para las actividades instrumentales destacaban el ánimo triste y los problemas de visión. La edad, el riesgo vascular o los problemas de audición no guardaron una relación estadísticamente significativa con la dependencia. En ambos casos, la soledad se comportó como un factor protector.
Conclusiones: la población estudiada cumple criterios de fragilidad y es altamente dependiente. Los problemas geriátricos detectados precisan de un estrecho control para evitar un mayor deterioro.