Este relato sólo tiene la intención de ser una reflexión personal sobre la actitud que deberíamos tener los enfermeros/as ante los pacientes en general y, en particular, ante los pacientes en fase terminal. Mi primera experiencia como estudiante de Enfermería me impresionó profundamente, haciendo que aparecieran en mí sentimientos contradictorios con relación a mi propia actitud ética ante la muerte