Cordoba, España
Las tareas del puesto de trabajo de veterinario supone un riesgo importante para el sistema musculoesquelético, ya que, para el diagnóstico y tratamiento del animal, se requiere movimientos y posturas necesarias para examinar, anestesiar, sujetar u operar, que resultan exigentes y dañinas para la musculatura del cuello, cintura escapular, espalda, brazos y manos.
Dentro de las posturas inadecuadas más frecuentes están:
trabajar de pie, agachado, en cuclillas, altura asimétrica de los brazos, trabajar con los brazos en posición forzada o por encima de los hombros etc..