El apoyo social es «un concepto que incluye tanto aspectos estructurales como funcionales, reales y cognitivos» (Barrón y Sánchez, 2001). «Representan lazos perdurables que desempeñan un papel importante en la integración psicológica y física de una persona» (Kaplan, 1974, citado por González y Vega, 2009). Tiene influencia en la salud y en la enfermedad, en la forma de afrontar el estrés, la progresión de la enfermedad, el ajuste y la recuperación, el inicio y mantenimiento de cambios conductuales para prevenir enfermedades o complicaciones.
Con la COVID-19, el apoyo social de las personas se ha visto afectado. Todos los colectivos y las franjas de edad han sido perjudicadas, siendo los adultos mayores los más damnificados. Observando las políticas, medidas, planes e intervenciones que se promueven desde entidades europeas y españolas, se ha de aprovechar desde el trabajo social sanitario para aportar información objetiva y datos desglosados sobre el apoyo social para poder trabajar e intervenir de una forma más eficiente en el bienestar y salud de la sociedad. Una de las herramientas que aporta el trabajo social es el Cuestionario Medical Outcomes Survey (MOS), el cual nos permite dimensionar el tamaño de la red social de las personas y desglosar las diferentes dimensiones del apoyo social: emocional, informacional, afectiva e instrumental.
Social support is «a concept that includes both structural and functional, real and cognitive aspects» (Barrón y Sánchez, 2001). «They are enduring ties that play an important role in the psychological and physical integration of a person» (Kaplan, 1974, quoted by González y Vega, 2009). It has an influence on health and disease, in the way of coping with stress, disease progression, adjustment and recovery, initiation and maintenance of behavioral changes to prevent disease or complications.
With COVID-19, people's social support has suffered. AII groups and age groups have been harmed, with the elderly being the most affected. Observing the policies, measures, plans and interventions that are promoted by European and Spanish entities, we must take advantage of health social work to provide objective information and disaggregated data on social support to work and intervene in a more efficient way in the well-being and health of society. One of the tools provided by social work is the Medical Outcomes Survey Questionnaire, which allows us to size the size of people's social network and break down the different dimensions of social support: emotional, informational, affective, and instrumental.