Descrita desde su enfoque más general, se puede afirmar que la investigación permite profundizar en el conocimiento de elementos, circunstancias y aspectos concretos que permiten dar respuesta a dudas y cuestiones planteadas. Estas dudas están formuladas como preguntas en relación con su composición, características, funcionamiento, interacciones, y otras varias cuestiones, sobre las que es posible basar futuras decisiones y progresivos desarrollos.
Valorado en el contexto de una disciplina, estos conocimientos son los que van a constituir la base del desarrollo DISCIPLINAR de cualquier ciencia. Permiten la elaboración de su cuerpo propio de conocimientos, elemento imprescindible para dotarla de la necesaria entidad propia que toda disciplina debe disponer para lograr su reconocimiento académico. La investigación constituye, por tanto, uno de los elementos indispensables para el desarrollo de cualquier disciplina científica.
Tanto es así, que el reconocimiento de esta situación y la necesidad del impulso de la labor investigadora ha motivado que haya sido definida como una de las cuatro funciones básicas de la Enfermería en su desarrollo: asistencial, docente, investigadoras y gestora.
La investigación constituye uno de los elementos indispensables para el desarrollo de cualquier disciplina científica.
Sin embargo, la exclusiva generación de conocimientos teóricos aportados por la investigación y el correspondiente desarrollo de su cuerpo disciplinar de conocimientos propios, no es suficiente para cumplir con los objetivos de una disciplina científica práctica, como es el caso de la Enfermería.
La finalidad última de la Enfermería está en la aplicación de cuidados seguros y eficaces en la práctica asistencial de atención a la salud de la población. Para ello es necesario utilizar esos conocimientos teóricos generados a través de la investigación, en el desarrollo PROFESIONAL de la Enfermería.
Existe un ciclo de construcción, descubrimiento y aplicación del conocimiento enfermero, que es necesario completar en su totalidad para que pueda ser efectivo. La potenciación de la función investigadora de la Enfermería provoca el correspondiente incremento en la producción de conocimientos que debe ser canalizado con la agilidad necesaria en la práctica. Es necesario evitar que pueda existir un desfase entre la producción científica teórica generada por la investigación y la aplicación de estos conocimientos contrastados en la práctica clínica.
Para ello, se deben diseñar herramientas y sistemas que permitan establecer un sistema de flujo continuo de relación e interacción entre los conocimientos teóricos generados por la investigación y la práctica clínica profesional de la Enfermería. Este flujo garantiza una la calidad de la atención, constituyendo la Enfermería Basada en la Evidencia (EBE) la clave de la solución.
Los conocimientos generados a través de la investigación permiten establecer diferentes grados de recomendación (GR) para su aplicación en la práctica, indicando los procedimientos que son más adecuados utilizar y los que deben ser evitados.
No todos los conocimientos provenientes de artículos científicos tienen el mismo impacto o valor sobre la toma de decisiones, por lo que los GR se establecen en función de los niveles de evidencia (NE) definidos para los estudios de los que proceden dichas recomendaciones.
La definición de los NE de los estudios viene determinada por la calidad de los mismos, considerada en función de la garantía de seguridad de los resultados que aporta.
Dependiendo del tipo de diseño del estudio en cuestión, se determina su nivel de evidencia (NE) y el correspondiente grado de recomendación (GR) para su utilización clínica. Es la denominada “práctica basada en la evidencia” (PBE).
En este sentido, la investigación se encuentra definida dentro de los elementos que forman parte de la PBE. Clásicamente se define la existencia de cuatro elementos (Carrasco, 2004; Gálvez, 2003a):
- Investigación: aporta la mejor evidencia para realizar una determinada intervención.
- Experiencia profesional: conocimientos adquiridos por años de ejercicio profesional, que permite la toma de decisiones acertadas en situaciones difíciles.
- Expectativas, preferencias y/o los valores de los usuarios: lo que implica dejar de lado la práctica paternalista impuesta hasta el momento.
- Recursos disponibles: instrumentos que valoren la validez de las intervenciones.
Este tipo de práctica aplicada a la Enfermería es la que constituye la Enfermería Basada en la Evidencia (EBE) que facilita la consecución del objetivo último de la investigación en Enfermería y conduce hacia la “excelencia en la práctica de los cuidados profesionales”, por lo que debe constituir el sistema de desarrollo clínico que se implante de manera generalizada en la práctica profesional de la Enfermería. La Enfermería Basada en la Evidencia (EBE) conduce hacia la “excelencia en la práctica de los cuidados profesionales”, por lo que debe constituir el sistema de desarrollo clínico utilizado en la práctica profesional de la Enfermería.
Antonio Arribas Cachá
Described from its most general approach, it can be stated that the research allows to deepen the knowledge of elements, circumstances and specific aspects that allow to give answers to doubts and questions raised. These doubts are formulated as questions in relation to their composition, characteristics, functioning, interactions, and various other issues, on which it is possible to base future decisions and progressive developments.
Valued in the context of a discipline, this knowledge is what will form the basis of the DISCIPLINARY development of any science. They allow the elaboration of its own body of knowledge, an essential element to provide it with the necessary entity that every discipline must have in order to achieve academic recognition. Research is, therefore, one of the indispensable elements for the development of any scientific discipline.
So much so that the recognition of this situation and the need to promote research work has led to it being defined as one of the four basic functions of nursing in its development: care, teaching, research and management.
Research is one of the indispensable elements for the development of any scientific discipline.
However, the exclusive generation of theoretical knowledge provided by research and the corresponding development of its own disciplinary body of knowledge is not enough to meet the objectives of a practical scientific discipline, as is the case of nursing.
The ultimate aim of nursing is the application of safe and effective care in the health care practice of the population. For this, it is necessary to use this theoretical knowledge generated through research in the PROFESSIONAL development of Nursing.
There is a cycle of construction, discovery and application of nursing knowledge, which must be completed in its entirety in order to be effective. The enhancement of the research function of nursing causes a corresponding increase in the production of knowledge that must be channeled with the necessary agility in practice. It is necessary to avoid a gap between the theoretical scientific production generated by research and the application of this contrasted knowledge in clinical practice.
To this end, tools and systems must be designed to establish a continuous flow system of relationship and interaction between the theoretical knowledge generated by research and the professional clinical practice of nursing. This flow guarantees the quality of care, with Evidence-Based Nursing (EBN) being the key to the solution.
The knowledge generated through research makes it possible to establish different degrees of recommendation (GR) for its application in practice, indicating the procedures that are most appropriate to use and those that should be avoided.
Not all knowledge from scientific articles has the same impact or value on decision making, so the GRs are established according to the levels of evidence (LE) defined for the studies from which the recommendations originate.
The definition of the LEs of the studies is determined by the quality of the studies, considered in terms of the guarantee of safety of the results provided.
Depending on the type of study design in question, the level of evidence (LE) and the corresponding grade of recommendation (GR) for clinical use are determined. This is called "evidence-based practice" (EBP).In this sense, research is defined within the elements that form part of EBP. Classically, the existence of four elements is defined (Carrasco, 2004; Gálvez, 2003a):
- Research: provides the best evidence to carry out a given intervention.
- Professional experience: knowledge acquired through years of professional practice, which enables sound decision making in difficult situations.
- Expectations, preferences and/or values of the users: which implies leaving aside the paternalistic practice imposed until now.
- Available resources: instruments that assess the validity of the interventions.
This type of practice applied to Nursing is what constitutes Evidence-Based Nursing (EBN), which facilitates the achievement of the ultimate objective of Nursing research and leads to "excellence in the practice of professional care", and should therefore constitute the system of clinical development to be implemented in a generalized manner in the professional practice of Nursing.
Evidence-Based Nursing (EBN) leads to "excellence in the practice of professional care" and should therefore be the clinical development system used in the professional practice of nursing.
Antonio Arribas Cachá