Paula Cristina García Buen, Ancuta María Constantin, Celia Ferrando Martínez, Cristina Calzada, Noelia Mínguez Gil, María Hernández Requejo
El cáncer de pulmón es el segundo tumor maligno más frecuente, superado en el caso de las mujeres por el cáncer de mama y en el de los hombres por el de próstata; sin embargo, es el tipo de cáncer con una mayor mortalidad en países desarrollados. El tabaco es su principal factor de riesgo, convirtiéndolo en una enfermedad potencialmente evitable.1,2 Se suele diagnosticar en estadios avanzados, debido a la clínica inespecífica en fases iniciales (astenia, hiporexia y pérdida de peso), de ahí la importancia de los cuidados paliativos.3 La detección temprana sería de gran ayuda para detectar la enfermedad en sus inicios, mejorando así la supervivencia del paciente con cáncer pulmonar. Los diferentes estadíos permiten saber hasta qué punto se ha extendido el tumor, determinando los cuidados y tratamientos a seguir. La supervivencia y la efectividad del tratamiento (ya sea activo o paliativo) están estrechamente relacionados con la progresión de la enfermedad, en la cual, además de lo mencionado anteriormente, jugarán un papel clave los cuidados de enfermería incluidos en el PAE, que se encargará de garantizar una buena calidad asistencial y cuidados personalizados que aseguren el confort y la calidad de vida del paciente durante el transcurso de su enfermedad.
Lung cancer is the second most common cancer in both men and women, following breast cancer in women and prostate cancer in men. However, it has the highest mortality rate in developed countries. Tobacco is its main risk factor, making lung cancer a potentially preventable disease. It is usually diagnosed in advanced stages, due to its vague symptoms in early stages (asthenia, loss of appetite and weight loss); therefore the importance of palliative care.
Early diagnosis makes possible the timely detection of the disease, improving survival in patients with lung cancer. The classification of its different stages allow professionals to determine the extent of the tumour, being able to provide adequate care and treatment. Survival and treatment (active or palliative) are both closely related to the disease’s progression, where the nursing care plan will be key to deliver personalised quality healthcare, leading to an improvement of the patient’s comfort and quality of life throughout the course of the disease.