Madrid, España
El poder de la mirada es inmenso. Siempre me ha encantado observar, pero jamás pensé que, se podría transmitir tanto a través de la mirada, y menos comunicar y sentir. Si alguien me preguntara, cuando empezó esta situación, no sabría decir día, solo tengo grabado en mi mente, el momento en el que la directora de enfermería entro en el despacho de calidad, sería casi al final de la mañana, y nos comento que, teníamos que hacer guardias de supervisión de noche, para reforzar a los compañeros, no podían soportar la presión de ese turno. ¿Quién quiere empezar, pregunto?, hubo un silencio, duro solo escasos segundos, y dije, “empiezo yo” [Fragmento de texto].