La serie de Encuestas sobre Drogas a Población Escolar, que realiza desde 1994 la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas entre estudiantes de Secundaria de 14 a 18 años, permite constatar que en 2000 se ha quebrado la expansión de los consumos de alcohol entre los escolares españoles, que venía produciéndose desde los años ochenta, a la vez que en su conjunto se estabilizan los consumos de psicoestimulantes (cocaína y pastillas) y continúan creciendo los de cánnabis. Entre 1998- 2000 se ha producido un descenso del 12% de los bebedores habituales y un incremento del 10% de los escolares abstemios, una evolución que se ha visto favorecida por la estabilización de las edades de inicio al consumo (tras años de continuos descensos) y por la intensa reducción de la continuidad en el uso de bebidas alcohólicas. La equiparación de hábitos entre los sexos (las chicas registran frecuencias de consumo algo superiores, aunque los chicos consumen mayores cantidades) y la concentración de los consumos en el fin de semana, caracterizan los usos de alcohol entre este colectivo. Destacar que, aunque predominan las motivaciones de carácter lúdico, un porcentaje significativo de escolares manifiesta razones relacionadas con la evasión o la superación de problemas personales para explicar el consumo de alcohol. Por otra parte, un 28% de los escolares que han consumido bebidas alcohólicas reconoce haber sufrido consecuencias negativas asociadas al consumo, desmintiendo la supuesta inocuidad de los usos recreativos del alcohol. Finalmente, indicar que a pesar de algunos progresos que se han producido en el campo de las percepciones sociales (crece el rechazo generado por los consumos diarios de alcohol), sigue siendo frecuente la banalización de los consumos alcohol (aunque un 20% se emborrachó en el último mes, sólo un 7% percibe que bebe bastante o demasiado).