Marta R. Rodríguez López, Francisco José Celada Cajal
Las quemaduras son un problema de salud pública a nivel mundial con una alta morbilidad de difícil gestión a nivel sanitario y de reinserción social. Su tratamiento precisa de personal altamente especializado entre los que destacan los profesionales de enfermería por cercanía y experiencia en cuidados. Todo el staff está implicado en ofertar los mejores cuidados y tratamientos tanto a nivel físico y fisiológico como a nivel mental, emocional y social. En nuestra sociedad, el desconocimiento de la existencia y funcionamiento de las unidades de atención especializadas para personas con quemaduras graves es notorio. El objetivo de una Unidad de Quemados es la rehabilitación integral del paciente que ha sufrido quemaduras graves. A los recursos clínicos, técnicos y de cuidados para curar las quemaduras, ha de añadirse, que la persona y familiares superen también el sufrimiento emocional causado por las lesiones. En este sentido, son primordiales los cuidados y la intervención psicológica precoz de todas las personas que sufren de graves quemaduras, así como de su familia y entorno social cercano. La persona con quemaduras graves va a necesitar de los apoyos percibidos para conseguir su recuperación a nivel integral, pudiéndose prevenir el malestar psíquico, que puede derivar incluso en trastornos mentales de diagnóstico grave y en el suicidio. Se trata de acompañar a la persona durante todo el proceso hospitalario, post hospitalario y comunitario para que mantenga una situación de cambio y adaptabilidad, consiguiendo la reintegración social y la mayor calidad de vida posible, tanto percibida como real.
Burns are a global public health problem with high morbidity, which is difficult to manage in terms of health and social reintegration. Its treatment requires highly specialized personnel, among which the nurses stand out for their proximity and experience in care. All the staff is involved in offering the best care and treatments at a physical and physiological level as well as at a mental, emotional and social level. In our society, the existence and functioning of specialized care units for people with severe burns is notorious. The aim of a Burn Unit is the comprehensive rehabilitation of patients who have suffered severe burns. In addition to the clinical, technical and care resources to cure burns, it must be added that the person and family members also overcome the emotional suffering caused by the injuries. In this regard, care and early psychological intervention for all persons suffering from severe burns, as well as their families and close social environment, are paramount. Individuals with severe burns will need the support they perceive to achieve their full recovery, preventing mental discomfort, which can even lead to chronic mental disorders and suicide. The aim is to accompany the person throughout the hospital, post-hospital and community process so that he or she maintains a situation of change and adaptability, achieving social reintegration and the highest possible quality of life, both perceived and real.