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Graziela Moreto, Sergey Gatsura, Oxana Gatsura, Vladimir Deriushkin, Pablo González Blasco
En el contexto del humanismo y profesionalismo médico, la empatía se ha convertido en un elemento esencial para construir una relación médico-paciente satisfactoria. Los investigadores en empatía han desarrollado varias herramientas de evaluación. En este artículo discutimos la experiencia de dos estudios sobre empatía llevados a cabo en Rusia y Brasil. La escala de Jefferson se usó en el estudio ruso, y la escala de Jefferson y el IRI de Davis se usaron en Brasil. En la experiencia rusa, los investigadores encontraron que las puntuaciones de empatía total no diferían significativamente entre los estudiantes de medicina y los residentes del último año. En la experiencia brasileña, los investigadores encontraron en todos los análisis estadísticos, la dimensión afectiva de la empatía evaluada por el IRI de Davis logró puntajes más bajos en el grupo de últimos años de graduación. Las experiencias de diferentes culturas presentadas aquí sugieren que los instrumentos de medición (escalas) que se aceptan en una cultura pueden no ser completamente apropiados para evaluar las mismas competencias en otra cultura. El intrincado mundo de las emociones implica un esfuerzo por comprender el mundo afectivo de los estudiantes para que los educadores también puedan colaborar con los recursos educativos.
Within the context of medical humanism and professionalism, empathy has become essential element in building a satisfactory doctor–patient relationship. Researchers on empathy have developed several assessment tools, mostly represented by scales. In this paper, we discuss the experience of two studies on empathy carried out in Russia and Brazil. The Jefferson scale was used in the Russian study and the Jefferson scale and the Davis’ IRI were used in Brazil. The Russian experience, researchers found that the total empathy scores did not differ significantly between final year medical students and residents. No statistically significant differences in Moscow final year students’ scores related to gender and future specialty preferences were demonstrated. The Brazilian experience, researchers found in all statistical analyses, the affective dimension of empathy assessed by Davis’ IRI achieved lower scores in the clerkship group. The experiences of different cultures presented here suggest that the measurement instruments (scales) that are accepted in one culture may not be completely appropriate for evaluating the same competencies in another culture. The intricate world of emotions, where empathy plunges its roots, implies an effort to understand students’ affective world so the educators can also collaborate with educational resources.
