Didem Coşkun Şimşek, Ulviye Günay
Objetivo: Este estudio se realizó para examinar experiencias y sentimientos de enfermeras que tienen hijos mientras atienden a pacientes con el coronavirus (COVID-19).
Antecedentes: La pandemia del COVID-19 ha afectado a todo el mundo, incluida Turquía, donde se realizó este estudio. Las enfermeras se encuentran entre los profesionales sanitarios que han estado trabajando intensamente a la vanguardia durante esta pandemia. Los países están implementando muchas políticas en su combate. Turquía también ha implementado medidas de protección relacionadas con los viajes, los deportes y las actividades culturales y ha prohibido las reuniones sociales.
Método: El estudio se realizó con 26 enfermeras que trabajaban en unidades del COVID-19 de dos hospitales en el este de Turquía entre mayo y julio de 2020, utilizando un diseño descriptivo cualitativo.
Resultados: Las enfermeras que tenían hijos los añoraban y les preocupaban. Tuvieron miedo de infectarse y transmitirles. De acuerdo con el análisis de contenido, los temas del estudio se determinaron de la siguiente manera:
(1) añoranza (añoranza de los niños y nostalgia del período prepandémico), (2) miedo (miedo a transmitir la enfermedad y miedo a la muerte), (3) desesperación, (4) preocupación (resultante de trabajar en una unidad diferente, intranquilidad derivada de la falta de conocimiento y ansiedad por la inexistencia de equipos de protección) y (5) responsabilidad profesional (conciencia profesional y amor por la profesión).
Conclusión: Las enfermeras estuvieron mucho tiempo alejadas de sus familias por temor a infectarse con el COVID-19 y transmitirlo. Añoraban a sus hijos y experimentaron desesperación, miedo y ansiedad. Amaban a su profesión y pensaron en abandonarla.
Implicaciones para la enfermería y la política sanitaria: Las enfermeras que trabajan en las unidades COVID-19 llevan equipos de protección y trabajan durante mucho tiempo en condiciones difíciles. Además, las enfermeras que tienen hijos están separadas de ellos por temor a transmitir el COVID-19. Por lo tanto, las enfermeras que atienden a pacientes con el COVID-19 deben ser reemplazadas alternativamente por enfermeras que trabajen en otros servicios. Se les debe dar la oportunidad de descansar y pasar tiempo con sus seres queridos si no son portadoras del COVID-19.