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Andrea Aznar Huerta, Gemma Cardo Vila, Teresa Vives i Abril, Maria Rosario Valera Fernández, Juan Manuel Leyva Moral, Antonio R. Moreno Poyato 
Antecedentes: Para establecer una relación terapéutica de calidad, la aceptación del paciente es fundamental. Sin embargo, desde un punto de vista empírico, la aceptación ha sido poco estudiada en el contexto de la enfermería de salud mental.
Objetivo: Explorar el significado y la importancia que las personas con problemas de salud mental y las enfermeras de salud mental asignan al concepto de aceptación en el contexto de la relación terapéutica enfermera-paciente.
Diseño: Estudio cualitativo con enfoque exploratorio.
Métodos: Participaron en el estudio personas con diferentes problemas de salud mental y enfermeras de diferentes ámbitos asistenciales que trabajan en servicios de salud mental. Se utilizó el grupo focal para la recogida de datos y éstos se analizaron de forma inductiva mediante el análisis de contenido. Este estudio cumplió con las directrices de investigación del COREQ.
Resultados: Para los participantes, la aceptación como parte de la relación terapéutica se centra en la ayuda que las enfermeras pueden y deben prestar a los pacientes para que se sientan comprendidos y así poder trabajar el malestar producido por el problema de salud mental. Esto se explicó a través de tres temas comunes para las enfermeras y los pacientes: i) la aceptación como medio para sentirse persona, ii) las competencias de la enfermera para relacionarse y aceptar a los demás, y iii) el binomio aceptación-vínculo terapéutico. Para facilitar la aceptación de los demás, es necesario un proceso de adaptación que se produce simultáneamente a la construcción del vínculo entre ambas partes durante la fase de orientación de la relación terapéutica.
Conclusiones: La aceptación del otro permite a las enfermeras y a los pacientes sentir y conectar con uno mismo, facilitando a los pacientes su proceso de recuperación y protegiendo a las enfermeras del desgaste profesional.
Relevancia para la práctica clínica: Estos resultados pueden contribuir a la mejora de los cuidados centrados en la persona en la enfermería de salud mental; los cuidados individualizados deben situar a la persona y sus experiencias en el centro de la atención.
Background: In order to establish a therapeutic relationship of quality, patient acceptance is fundamental. However, from an empirical point of view, acceptance has been poorly studied in the context of mental health nursing.
Aim: To explore the meaning and importance that people with mental health problems and mental health nurses assign to the concept of acceptance in the context of the nurse-patient therapeutic relationship.
Design:A qualitative study with an exploratory approach.
Methods: People with different mental health problems and nurses from different care settings working in mental health services participated in the study. Focus groups were used for data collection and the data analyzed were inductively using content analysis. This study complied with the COREQ research guidelines.
Results: For the participants, acceptance as part of the therapeutic relationship is focused on the assistance that nurses can and should provide to patients so that they can feel understood and thus be able to work on the discomfort produced by the mental health problem. This was explained through three common themes for nurses and patients: i) acceptance as a means to feel like a person, ii) the nurse's competencies for relating with and accepting others, and iii) the binomial acceptance-therapeutic bond. In order to facilitate the acceptance of others, a process of adaptation is required that occurs simultaneously with the construction of the bond between both parties during the orientation phase of the therapeutic relationship.
Conclusions: Acceptance of the other enables nurses and patients to feel and connect with oneself, facilitating patients in their recovery process and protecting nurses from professional burnout.
Relevance to clinical practice: These results can contribute towards the improvement of person-centered care in mental health nursing; individualized care must place the person and their experiences at the center of care.
