Objetivo: Evaluar críticamente y sintetizar la evidencia de la atención integrada derivada de la enfermería de práctica avanzada en entornos de atención primaria para mayores en Estados Unidos y Tailandia.
Antecedentes: Las enfermeras de práctica avanzada son fundamentales para acelerar la atención integral a mayores en la comunidad. Sin embargo, su alcance y capacidad varían mucho entre países, lo que hace que la medición del impacto sea un gran desafío. Métodos: Se realizó una búsqueda sistemática en las bases de datos PubMed, CINAHL, Scopus y ThaiJo. Se revisaron los textos completos de los artículos en inglés o tailandés utilizando un enfoque temático inductivo del marco integrado de servicios sanitarios centrados en las personas, adoptado por la Organización Mundial de la Salud.
Resultados: Se evaluó un total de 42 artículos de acuerdo con las estrategias marco:
(1) empoderamiento/participación de las personas y la comunidad;
(2) fortalecer la gobernanza y la responsabilidad;
(3) reorientar el modelo de atención;
(4) coordinación del servicio, y (5) la creación de un entorno propicio. Los roles de colaboración y el empoderamiento de los mayores se asociaron con una atención de mayor calidad. Las enfermeras tailandesas empoderaron a las personas mediante redes y recursos comunitarios, incorporando modelos de atención (estrategia 1).
Por el contrario, las enfermeras estadounidenses adoptaron un enfoque de mejora de la calidad y la seguridad, incorporando tecnología en las intervenciones de enfermería (estrategia 5).
Conclusión: Las enfermeras de práctica avanzada emplean una variedad de estrategias y enfoques en la atención a mayores. Aunque su rol varía desde sustitutivo la mayoría de las veces (EE.UU.) hasta suplementario (Tailandia), las enfermeras de ambos países contribuyen a la atención integral centrada en las personas.
Implicación para la práctica de enfermería y la política de enfermería: La preparación de enfermeras de práctica avanzada para trabajar en la comunidad es un requisito previo para satisfacer las necesidades sanitarias de una población que envejece de manera sostenible. La educación, el desarrollo profesional y las oportunidades de formación en liderazgo deberían centrarse en el desarrollo de capacidades para: a) fortalecer la responsabilidad mutua, b) reorientar el entorno laboral a través de modelos de atención innovadores y c) coordinar los servicios mediante asociaciones para lograr la salud universal y garantizar un envejecimiento saludable.