Preparar al mundo para gestionar futuras pandemias debe ser prioritario. Está claro que no estábamos preparados para la pandemia del COVID-19, que sigue causando un gran sufrimiento en todo el mundo. Todas las enfermeras y otros profesionales sanitarios deben participar en la planificación de políticas sanitarias y en la implementación de medidas de salud pública para combatir esta y futuras pandemias. Esta preparación requiere la participación de las políticas comunitarias en los niveles de base y debe promoverse en colaboración a nivel internacional.
La muerte hasta ahora de más de 2000 enfermeras es inaceptable en esta pandemia, debemos proteger y mantener mejor a la fuerza laboral. El Consejo Internacional de Enfermeras ha sido fundamental en recopilar datos de las experiencias de las enfermeras durante el COVID-19. Los puntos clave del análisis de estos datos se han incluido en el Segundo Informe de Progreso del Panel Independiente de Preparación y Respuesta ante Pandemias de la Organización Mundial de la Salud. Este documento resume los mensajes clave de este informe, así como la escasez de enfermeras. El Consejo Internacional de Enfermeras insiste en el llamamiento a una inversión masiva en la educación, el liderazgo y el empleo de enfermería, así como en la protección de nuestras enfermeras en la primera línea ante la pandemia.