La Organización Mundial de la Salud designó el año pasado como el Año Internacional de la Enfermera y la Matrona. Y como sabemos en todo el mundo, 2020 se convirtió en un año inolvidable, ya que las enfermeras y matronas de todo el mundo se enfrentaron a la pandemia del COVID-19.
Ser enfermera en 2020 fue desafiante y heroico, pero ser enfermera en 2020 en Beirut, Líbano, estuvo cargado extraordinariamente de adversidad. El país fue testigo en un año de una serie de tragedias de dimensiones épicas que supuso un elevado número de víctimas para las enfermeras de primera línea. Presentamos nuestras historias como ocho enfermeras libanesas, dando voz a nuestras increíbles experiencias y nuestra resiliencia constante frente a estas adversidades. Trabajamos en el departamento de urgencias de un hospital de la ciudad de Beirut después de que se produjera una explosión catastrófica en la capital el 4 de agosto de 2020. Nos pusimos a disposición a causa del desastre de gran magnitud y ahora estamos afrontando las secuelas del trauma. Como enfermeras, nos hemos enfrentado a muchos traumas en nuestro país, que ha experimentado guerra… y terrorismo durante décadas.
A raíz de este desastre y los desafíos de la pandemia, ofrecemos recomendaciones políticas que merecen atención urgente en el Líbano y subrayamos la necesidad de preparación, financiación, educación y, lo que es más importante, atención de salud mental para enfermeras y otros profesionales sanitarios con la ayuda y el apoyo de la comunidad internacional.