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Esta es la historia de una persona que un día, cuando menos lo esperaba, en su organismo se engendró esta cruel, maldita y peligrosa enfermedad, el cáncer, que le hizo sufrir lo inimaginable.
A partir de entonces, como casi todos los enfermos diagnosticados con esta enfermedad, vio la imagen espantosa de la muerte, lloró de tristeza y de dolor, y vivió la crueldad de una pena infinita, cerró sin querer los ojos en más de un instante, mientras se hacía fuerte el deseo de que aquella enfermedad no fuese cierta, y sobre todo el corazón le volaba en un intento tan inútil como cierto de que su cuerpo sanara.
Ella, la enferma, luchó día a día, mes a mes, año a año hasta cuatro, por salvar su vida, para poder ser fuente de vida. Con sed de vida, luchó y perdió. Buscó ansiosa su salvación, imploró remedio y en ese su quehacer siempre tuvo a su lado a su familia. Ella que nació para padecer ahora ha muerto para descansar.
This is the story of one patient that one day, when her body least expected it became infected with this cruel and dangerous disease, cancer, that made her suffer more than the imaginable.
Since then, like most of the diagnosed patients with this disease, she saw the image of death, she cried of sadness and of pain and she lived the cruelty of an infinite suffering. The patient closed her eyes in more than one occasion while she wished that this disease was untrue. She also whished with all of her heart, in a useless effort, that her body would heal.
The patient fought day by day, month by month, year by year, up to four years fighting to save he life. She tried to be a fountain of life, with a thirst for life. She fought and lost. She anxiously looked for salvation and always had her family by her side. She, who lived to suffer this, has died and now rests.
