Antonio Arribas Cachá
La vacunación de la población constituye una de las intervenciones sanitarias de salud pública más relevantes, junto con el tratamiento de las aguas, que ha logrado salvar la vida de millones de personas a lo largo de la historia y quizá la única actuación farmacológica efectiva en el control de las enfermedades infecciosas producidas por virus.
En la actualidad, y con motivo de la pandemia del COVID19 esta realidad se ha hecho patente en toda la población, esperando con ansiedad la existencia de un preparado vacunal contra este coronavirus que permite volver a la “normalidad” de la vida existente antes de su diseminación.
Pero la vacunación es un proceso largo y complejo, compuesto de numerosas fases, en las que es necesario ser extremadamente cauteloso y estricto en el desarrollo de todas ellas para obtener los resultados deseados.
Dentro de estas fases, el acto vacunal es la que permite culminar esta intervención, lo que puede hacer pensar erróneamente que en esta fase se realiza el hecho exclusivo de administrar el preparado vacunal.
Este acto vacunal se define como un conjunto de procesos y técnicas que se aplican desde que el profesional entra en contacto con el usuario, hasta que ha comprobado la administración segura de la vacuna.
El profesional encargado de la vacunación de la población debe asumir competencias antes del acto vacunal, durante el acto vacunal y posteriormente al acto vacunal.
Antes del acto vacunal el profesional debe adoptar las medidas epidemiológicas programadas establecidas para garantizar su existencia para la administración a la población, y el mantenimiento de las propiedades antigénicas de la vacuna hasta el momento de su aplicación: cadena de frío, transporte, almacenamiento, manipulación, utilización y eliminación en función de su fecha de caducidad.
Durante el acto de vacunación debe adoptar las medidas necesarias para asegurar la mayor eficacia y seguridad de la vacunación:
- Revisión del historial vacunal.
- Cribado prevacunación de comprobación que permita determinar el estado vacunal de la persona y la detección de posibles contraindicaciones, reacciones o efectos secundarios y situaciones especiales que pudieran interferir en la vacunación.
- Información de la vacuna, características, efectos secundarios y actuación a los padres/tutores, así como medidas de alivio útiles después de la administración de fármacos en un niño. Los padres deben recibir información completa y entendible sobre las vacunas y expresar verbalmente la aceptación de las vacunaciones propuestas.
- Preparación de la medicación y material para responder ante una posible reacción adversa inmediata (lipotimia, síncope, anafilaxia).
- Preparación y comprobación de la vacuna (caducidad, tipo, …) y del material para la vacunación.
- Implementación de la vacunación según la técnica más adecuada en cada caso, teniendo en cuenta las características y vías de administración de la vacuna y las características de la persona, así como las de administración simultánea de múltiples vacunas en el mismo acto vacunal.
- Vigilancia en la aparición de incidencias durante la administración de las vacunas que pudieran sugerir su interrupción.
Después del acto vacunal:
- Cuidados inmediatos. Observación en la sala de espera durante un período determinado después de la administración de la vacuna para detectar posibles reacciones adversas inmediatas.
- Manejo de los efectos adversos leves y graves: farmacovigilancia.
- Programar las inmunizaciones a intervalos adecuados.
Por este motivo, para el desarrollo de esta fase de la vacunación es preciso disponer de conocimientos y competencias tanto en las esferas técnicas relacionadas con las vacunas, como en las esferas humanas relacionadas con la salud de la persona, lo que explica que Enfermería esté reconocida como la disciplina referente para la implementación de la vacunación mediante el acto vacunal.
Además, es necesario tener en cuenta que los factores influyentes en la vacunación están continuamente en evolución, tanto de manera natural (aparición de mutaciones, nuevas cepas, respuesta inmunitaria, ..), como fruto de los avances tecnológicos (nuevos sistemas de fabricación y obtención de vacunas, ..) o fruto de nuevos conocimientos a través de la investigación. Esto provoca que los conocimientos sean tremendamente dinámicos y cambiantes en vacunología y que precise una actualización continua de los profesionales de enfermería en este campo.
Antonio Arribas Cachá
Vaccination of the population is one of the most relevant public health interventions, together with water treatment, which has saved the lives of millions of people throughout history and is perhaps the only effective pharmacological action in the control of infectious diseases caused by viruses.
At present, and on the occasion of the COVID19 pandemic, this reality has become evident in the entire population, anxiously awaiting the existence of a vaccine preparation against this coronavirus that makes it possible to return to the "normality" of life that existed before its dissemination.
But vaccination is a long and complex process, composed of numerous phases, in which it is necessary to be extremely cautious and strict in the development of all of them in order to obtain the desired results.
Within these phases, the act of vaccination is the one that allows the culmination of this intervention, which may erroneously lead one to think that this phase is the exclusive act of administering the vaccine preparation.
This vaccination act is defined as a set of processes and techniques that are applied from the moment the professional comes into contact with the user until he/she has verified the safe administration of the vaccine.
The professional in charge of the vaccination of the population must assume competences before the vaccination act, during the vaccination act and after the vaccination act.
Before the vaccination act, the professional should adopt the epidemiological measures established to guarantee its existence for the administration to the population, and the maintenance of the antigenic properties of the vaccine until the moment of its application: cold chain, transport, storage, handling, use and disposal according to its expiration date.
During the act of vaccination, the necessary measures should be taken to ensure the greatest efficacy and safety of the vaccination:
- Review of the vaccination history.
- Pre-vaccination screening to determine the vaccination status of the person and the detection of possible contraindications, reactions or side effects and special situations that could interfere with vaccination.
- Information of the vaccine, characteristics, side effects and action to parents/guardians, as well as useful relief measures after drug administration in a child. Parents should receive complete and understandable information about vaccines and verbally express acceptance of proposed vaccinations.
- Preparation of medication and material to respond to a possible immediate adverse reaction (hypothymia, syncope, anaphylaxis).
- Preparation and checking of vaccine (expiry date, type, ...) and material for vaccination.
- Implementation of the vaccination according to the most appropriate technique in each case, taking into account the characteristics and routes of administration of the vaccine and the characteristics of the person, as well as the simultaneous administration of multiple vaccines in the same vaccination act.
- Vigilance in the appearance of incidences during the administration of the vaccines that could suggest their interruption.
After the vaccination:
- Immediate care. Observation in the waiting room for a certain period of time after vaccine administration to detect possible immediate adverse reactions.
- Management of mild and severe adverse effects: pharmacovigilance.
- Scheduling immunizations at appropriate intervals.
For this reason, the development of this phase of vaccination requires knowledge and skills both in the technical areas related to vaccines and in the human areas related to the health of the person, which explains why Nursing is recognized as the reference discipline for the implementation of vaccination through the act of vaccination.
In addition, it is necessary to take into account that the factors influencing vaccination are continuously evolving, both naturally (appearance of mutations, new strains, immune response, ...), as a result of technological advances (new systems for manufacturing and obtaining vaccines, ...) or as a result of new knowledge through research. This means that knowledge is tremendously dynamic and changing in vaccinology and requires continuous updating of nursing professionals in this field.
Antonio Arribas Cachá