Antonio Arribas Cachá
Que la Enfermería es una ciencia, con un ámbito propio de actuación y desarrollo dentro de las disciplinas sanitarias definidas en el ámbito de las ciencias de la salud y que su espacio propio de actuación constituye en la actualidad la base sobre la cual se deben sustentar el desarrollo de todas las actuaciones sanitarias programadas del sistema sanitario enfocadas a la atención de la salud de la población, constituyen hechos constatados, reconocidos e incluso regulados por diferentes normativas en la actualidad, como nuestra propia Ley General de Sanidad.
La atención al fomento de la salud de la población, a través de la educación para la salud y la promoción de su autocuidado responsable, constituyen el fundamento y las medidas más eficaces para la prevención en la aparición de enfermedades y otros problemas de salud y bienestar de la persona. Estas actuaciones forman parte de la atención a los cuidados de la persona, la familia, el grupo o la comunidad, fundamento y esencia de la práctica enfermera.
La atención a los requisitos básicos de cuidados de la persona durante todo su ciclo vital y de los requisitos específicos de cuidados existentes en cada momento en función de los condicionantes de salud existentes (enfermedad) a sus características y necesidades específicas de cada momento establecen los contenidos de la actuación profesional propia de la enfermería, que debe asumir de manera coordinada con el resto de profesionales sanitaria, desempeñando el rol de profesional referente.
De este breve planteamiento puede desprenderse fácilmente la visibilidad y liderazgo que el rol de la enfermería debe disponer en el equipo multidisciplinar de salud, y en la sociedad, para conseguir los objetivos en salud deseados. Sin embargo, la realidad en la práctica indica que esto no sucede en la medida deseable, lo que está provocando déficits y desigualdades en salud en la población.
Esta situación ha sido detectada por organismos e instituciones a nivel internacional que han motivado que se pongan en marcha iniciativas que potencien ese liderazgo y visibilidad que la enfermería debe disponer en los equipos multidisciplinares de salud.
Dentro de esta iniciativa se estableció la campaña internacional Nursing Now para la enfermería realizada en colaboración con el Consejo internacional de enfermeras y la Organización Mundial de la Salud, estableciendo el año 2020 como el año internacional de la enfermería.
Esta campaña pretende coordinar la realización de actividades a nivel mundial que cambien la visión, influencia y liderazgo de la enfermería en el año 2020, fijando sus objetivos en:
- Mayor inversión para mejorar la educación, el desarrollo profesional, las normas, la regulación y las condiciones de empleo para las enfermeras.
- Mayor y mejor difusión de prácticas efectivas e innovadoras en enfermería.
- Mayor participación de las enfermeras en las políticas de salud global.
- Más enfermeras en puestos de liderazgo, y más oportunidades de desarrollo en todos los niveles.
- Más evidencias para los responsables políticos y de toma de decisiones, sobre dónde la enfermería puede tener mayor impacto, qué está impidiendo que las enfermeras alcancen su máximo potencial y cómo abordar estos obstáculos.
Para este año 2020 se habían programado y coordinado la realización de innumerables actos que consiguieran que la enfermería tuviera la visibilidad necesaria en la comunidad como agente sanitario capaz de liderar procesos de salud dentro del equipo multidisciplinar. Era el año marcado en la agenda por todas las instituciones para proporcionar un impulso que sirviera de base para conseguir revertir esta situación.
Todas las instituciones eran conscientes que el objetivo era dar un impulso, romper el inmovilismo en el que se encuentra la visibilidad y liderazgo enfermero, pero que la enfermería debía aprovechar después ese impulso de la campaña para darle continuidad y conseguir los objetivos deseados.
Sin embargo, un hecho trágico e inesperado como la pandemia del coronavirus ha dado al traste con todos los esfuerzos y trabajos programados para este año internacional de la enfermería.
Todos los proyectos se han tenido que suspender y ese impulso revitalizador de la imagen de la enfermería ha quedado suspendido, por lo que las esperanzas de romper el inmovilismo quedaron aplazadas.
Sin embargo, curiosamente, en esta crisis ha sucedido un hecho inesperado como ha sido el conseguir un efecto revitalizador de la imagen del profesional de enfermería como nunca antes se le había otorgado. La presencia, mención y reconocimiento a la labor de los profesionales de enfermería en todos los medios de comunicación social han sido y sigue siendo muy relevantes, como nunca anteriormente se había conseguido. De manera que aunque ese impulso revitalizador de su imagen no ha sido posible con la campaña Nursing Now, el conseguido por la pandemia del coronavirus ha sido de dimensiones similares.
Esta es una realidad que merece la pena analizar y obtener conclusiones que nos permitan avanzar, ya que no vamos a disponer de esta oportunidad en muchas ocasiones.
La primera conclusión se obtiene del propio carácter de la enfermería, como profesión práctica, cuyos desarrollos teóricos no son suficientes por sí solos si no se llevan a la práctica.
Por mucho que se realicen campañas teóricas de mentalización a la comunidad de la labor de la enfermería, si la enfermera no asume en la práctica el desarrollo de todos estos servicios a la comunidad no se podrá conseguir ese cambio.
Enfermería no puede conseguir una visibilidad y liderazgo que le corresponde en función de lo que puede hacer, sino que debe llevarlo a la práctica y ejecutarlo, a pesar de los problemas, complicaciones y dificultades que se encuentre para su realización.
La segunda conclusión es que esta situación ha generado el empujón, el movimiento del inmovilismo, que debe ser aprovechado para continuarlo y no dejarlo pasar. El reconocimiento de la labor de la enfermería en situaciones de crisis, debe continuar en situaciones de recuperación y de superación de la crisis.
Los profesionales de enfermería deben seguir aportando su conocimiento, habilidades y dedicación en la práctica en la recuperación de las secuelas biopsicosociales que ha generado la pandemia en la población, ocupando el mismo papel de protagonismo que han desempeñado durante la misma, y posteriormente en la prevención de aparición de nuevas situaciones.
El impulso se ha conseguido, de manera inesperada y no deseada, pero si no le damos continuidad se volverá a caer en el inmovilismo de la enfermería.
Antonio Arribas Cachá
That Nursing is a science, with its own field of action and development within the health disciplines defined in the field of health sciences and that its own space of action is currently the basis on which the development of all health actions programmed by the health system focused on the health care of the population must be based, are facts that are confirmed, recognized and even regulated by different regulations at present, such as our own General Health Law.
Attention to the promotion of the health of the population, through health education and the promotion of responsible self-care, constitute the foundation and the most effective measures for the prevention of the appearance of diseases and other problems of health and well-being of the person. These actions are part of the care of the person, the family, the group or the community, which is the foundation and essence of nursing practice.
The attention to the basic care requirements of the person throughout his or her life cycle and the specific care requirements existing at each moment depending on the existing health conditions (disease) and his or her specific characteristics and needs at each moment establish the contents of the nursing professional action, which must be assumed in coordination with the rest of the health professionals, playing the role of professional reference.
From this brief approach, it is easy to see the visibility and leadership that the role of nursing should have in the multidisciplinary health team and in society, in order to achieve the desired health objectives. However, the reality in practice indicates that this is not happening to the desired extent, which is causing health deficits and inequalities in the population.
This situation has been detected by international organizations and institutions, which have led to the launching of initiatives to promote the leadership and visibility that nursing should have in multidisciplinary health teams.
As part of this initiative, the international Nursing Now campaign for nursing was established in collaboration with the International Council of Nurses and the World Health Organization, establishing 2020 as the international year of nursing.
This campaign aims to coordinate the implementation of activities worldwide that will change the vision, influence and leadership of nursing in the year 2020, setting its goals on:
- Increased investment to improve education, professional development, standards, regulation and employment conditions for nurses.
- Increased and improved dissemination of effective and innovative nursing practices.
- Greater involvement of nurses in global health policy.
- More nurses in leadership positions, and more development opportunities at all levels.
- More evidence for policy and decision makers on where nursing can have the greatest impact, what is preventing nurses from reaching their full potential, and how to address these barriers.
For this year 2020, countless events had been scheduled and coordinated to ensure that nursing had the necessary visibility in the community as a health agent capable of leading health processes within the multidisciplinary team. It was the year marked on the agenda by all the institutions to provide an impetus that would serve as a basis for reversing this situation.
All the institutions were aware that the objective was to give an impulse, to break the immobility in which nursing visibility and leadership was immobilized, but that nursing should then take advantage of the momentum of the campaign to give it continuity and achieve the desired objectives.
However, a tragic and unexpected event such as the coronavirus pandemic has put an end to all the efforts and work planned for this international year of nursing.
All projects have had to be suspended and the revitalizing impulse of the image of nursing has been put on hold, so the hopes of breaking the immobility were postponed.
However, curiously, in this crisis, an unexpected event has occurred, which has had the effect of revitalizing the image of the nursing professional in a way that had never been achieved before. The presence, mention and recognition of the work of nursing professionals in all social media have been and continue to be very relevant, as never before. So although this revitalizing boost to their image has not been possible with the Nursing Now campaign, the one achieved by the coronavirus pandemic has been of similar dimensions.
This is a reality that is worth analyzing and drawing conclusions that will allow us to move forward, since we will not have this opportunity on many occasions.
The first conclusion is drawn from the very nature of nursing, as a practical profession, whose theoretical developments alone are not sufficient if they are not put into practice.
No matter how many theoretical campaigns are carried out to make the community aware of the work of nursing, if the nurse does not assume in practice the development of all these services to the community, it will not be possible to achieve this change.
Nursing cannot achieve visibility and leadership based on what it can do, but must put it into practice and carry it out, despite the problems, complications and difficulties encountered in carrying it out.
The second conclusion is that this situation has generated the push, the movement of immobility, which must be taken advantage of to continue it and not let it pass. Recognition of the work of nursing in crisis situations must continue in situations of recovery and overcoming the crisis.
Nursing professionals should continue to contribute their knowledge, skills and dedication in practice in the recovery of the biopsychosocial sequelae that the pandemic has generated in the population, occupying the same leading role that they have played during the pandemic, and subsequently in the prevention of the emergence of new situations.
The momentum has been achieved, in an unexpected and undesired way, but if we do not give it continuity we will fall back into the immobility of nursing.
Antonio Arribas Cachá