En algunas ocasiones, y en algunos foros profesionales, se ha podido plantear la posibilidad de que puedan ser exclusivamente determinados grupos de profesionales de enfermería, en función sobre de su titulación académica de posgrado fundamentalmente, los únicos que ostenten la representación y constituyan los referentes del saber de toda nuestra profesión.
En relación a este posicionamiento, que considero de gran relevancia para nuestra profesión, quería aportar mi reflexión en este editorial.
Como cuestión básica de partida considero que el desarrollo académico y profesional que dispone en la actualidad la enfermería en España, tanto a través de la formación universitaria de posgrado, como de las especialidades de enfermería o de la carrera profesional asistencial, ha sido posible gracias a la aportación y el trabajo conjunto de todos los profesionales que durante muchos años han sumado esfuerzos, por lo que de partida estos logros no deberían servir nunca de fundamento para limitar la aportación de ningún profesional al conocimiento disciplinar común de la enfermería.
Por el contrario, considero que estos logros deben utilizarse de manera positiva, aunando esfuerzos entre todos, y aportando un valor añadido nuevo en la consecución de las metas que tiene planteada nuestra profesión, siempre al servicio de la salud de la población, impulsando nuestra labor a través del reconocimiento y apoyo social.
Pero además, considero que este enfoque podría repercutir muy negativamente en la evolución de la enfermería y de sus profesionales, sobre todo teniendo en cuenta las características propias que definen al saber en la enfermería, que voy a intentar explicar.
Entendido el concepto del saber como el “conocimiento profundo disponible en una ciencia o en un arte”, si se aplica al ámbito de la enfermería, se puede deducir fácilmente que el saber de la enfermería está constituido por el “conjunto de conocimientos existentes en la ciencia de la enfermería para la atención segura y eficiente del cuidado de la persona, la familia, el grupo y/o la comunidad”.
En relación a este concepto del saber enfermero, hay que tener en cuenta que la enfermería es una disciplina práctica, cuyo objetivo último es la oferta y desarrollo en la realidad de servicios a la población, en este caso concretados en servicios de salud en forma de atención a las necesidades de los cuidados imprescindibles para la vida y el bienestar de las personas.
Por este motivo, al tratarse de una disciplina práctica, la exclusiva generación de conocimientos no es suficiente por sí sola en enfermería para cumplir con su objetivo. Es necesario llevar a la práctica estos conocimientos, motivo por el cual es necesario referenciar siempre el objeto del saber enfermero, fijado en la atención segura y eficiente del cuidado. El saber de enfermería es el saber-hacer o el saber práctico de la enfermería.
Este conjunto de conocimientos de la ciencia de la enfermería es lo que constituye el “cuerpo propio de conocimientos” de la enfermería, uno de los elementos claves en la definición de una disciplina, junto con la existencia de un marco propio de competencias, y que permiten en este caso a la enfermería disponer de dicha consideración.
Este saber de la enfermería está constituido por el acumulo de conocimientos contrastados, generados por los profesionales en el desarrollo de su labor investigadora, así como los generados en el desarrollo de su labor asistencial.
No es baladí recordar en estos momentos el compendio de ciencia y arte que configura la esencia y la práctica de la enfermería, constituyendo el compendio de conocimiento científico teórico, generado por la investigación, y conocimiento práctico generado por las experiencias laborales de los enfermeros asistenciales las que establecen el saber-hacer ante situaciones determinadas.
Posteriormente estos conocimientos deben ser clasificados, organizados y difundidos para que puedan estar disponibles para el profesional en el ejercicio de su labor, siempre teniendo en cuenta en la actualidad en nuevo paradigma tecnológico que influye en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Por este motivo, considero que el saber der la enfermería es patrimonio y responsabilidad de todos los profesionales de enfermería.
Todos los profesionales pueden generar conocimientos derivados del estudio y/o de la experiencia, a través de sistemas contrastados que garanticen la fiabilidad de los resultados obtenidos, y deben difundirlos y aportarlos para beneficio de toda la profesión y de la población usuaria de nuestros servicios.
Antonio Arribas Cachá.
On some occasions, and in some professional forums, it has been possible to raise the possibility that only certain groups of nursing professionals, based mainly on their postgraduate academic qualifications, could be the only ones to be represented and constitute the benchmarks of knowledge for our profession as a whole.
In relation to this position, which I consider of great relevance for our profession, I would like to contribute my thoughts in this editorial.
As a basic starting point, I consider that the academic and professional development currently available to nursing in Spain, both through postgraduate university education and through nursing specialties or the professional career in health care, has been possible thanks to the contribution and joint work of all the professionals who have joined forces over many years, so that these achievements should never serve as a basis for limiting the contribution of any professional to the common disciplinary knowledge of nursing.
On the contrary, I believe that these achievements should be used in a positive way, joining efforts among all, and providing a new added value in the achievement of the goals set by our profession, always at the service of the health of the population, promoting our work through recognition and social support.
However, I also consider that this approach could have a very negative impact on the evolution of nursing and its professionals, especially taking into account the characteristics that define knowledge in nursing, which I will try to explain.
Understanding the concept of knowledge as the "profound knowledge available in a science or an art", if applied to the field of nursing, it can be easily deduced that nursing knowledge is constituted by the "body of knowledge existing in nursing science for the safe and efficient care of the individual, the family, the group and/or the community".
In relation to this concept of nursing knowledge, it must be taken into account that nursing is a practical discipline, whose ultimate objective is the offer and development in reality of services to the population, in this case in the form of health services in the form of attention to the needs of care essential for the life and well-being of people.
For this reason, as it is a practical discipline, the exclusive generation of knowledge alone is not enough in nursing to fulfill its objective. It is necessary to put this knowledge into practice, which is why it is necessary to always refer to the object of nursing knowledge, fixed on safe and efficient care. Nursing knowledge is the know-how or practical knowledge of nursing.
This body of knowledge of nursing science is what constitutes nursing's "body of knowledge", one of the key elements in the definition of a discipline, together with the existence of its own framework of competencies, and which in this case allows nursing to be considered as such.
This nursing knowledge is constituted by the accumulation of contrasted knowledge, generated by professionals in the development of their research work, as well as those generated in the development of their care work.
It is not trivial to remember at this time the compendium of science and art that makes up the essence and practice of nursing, constituting the compendium of theoretical scientific knowledge, generated by research, and practical knowledge generated by the work experiences of the nurses who establish the know-how to do in certain situations.
Subsequently, this knowledge must be classified, organized and disseminated so that it can be available to the professional in the exercise of his or her work, always taking into account the new technological paradigm that influences all areas of our society.
For this reason, I consider that nursing knowledge is the heritage and responsibility of all nursing professionals.
All professionals can generate knowledge derived from study and/or experience, through contrasted systems that guarantee the reliability of the results obtained, and must disseminate and contribute it for the benefit of the entire profession and the population using our services.
Antonio Arribas Cachá.