Julia González Vaca, Misericordia García Hernández, Avelina Tortosa Moreno
RESUMEN La prevalencia de dolor en personas mayores de 65 años oscila entre el 30-50% en la comunidad hasta el 70% en institucionalizados. El dolor debe considerarse como un síndrome geriátrico. Para la evaluación apropiada del dolor se deben usar herramientas validadas. La demencia en sí misma no es dolorosa; se estima que el 30-50% de mayores que tienen demencia experimentan dolor crónico. Este dolor puede contribuir a aumentar los síntomas conductuales y psicológicos de la demencia. Los objetivos de esta revisión fueron examinar las escalas observacionales para el dolor validadas en español e identificar cuáles son las intervenciones no farmacológicas para tratar el dolor en personas con demencia moderada-severa. La evaluación del dolor en personas con demencia moderada o avanzada ha de ser multicontextual; siempre se aconseja preguntar directamente a la persona si refiere dolor. Las cuatro herramientas recomendadas en esta revisión son: DOLOPLUS2, PACSLAC, PAINAD y Abbey Pain Scale; estas dos últimas son las más sencillas y rápidas. La implementación de medidas no farmacológicas durante el tratamiento del dolor es positiva, por la disminución del dolor y porque también evita la polimedicación innecesaria, pero aún hay que vencer los prejuicios del personal sanitario y los problemas logísticos de su aplicación. Por último, lo más importante de esta revisión es la propuesta de intervenciones no farmacológicas concretas para tratar el dolor en personas con demencia moderada-severa y que pueden ser prescritas y llevadas a cabo por enfermería.
ABSTRACT The prevalence of pain in people over 65 years of age oscillates between 30 and 50% within the community, and reaches 70% in institutionalized patients. Pain must be considered a geriatric syndrome. In order to appropriately evaluate pain, validated must be used. Dementia in itself is not painful; it is estimated that 30-50% of older people with dementia have chronic pain. This pain may contribute to an increase in the behavioral and psychological symptoms of dementia. The aims of this revision were to examine the observational scales in pain, validated in Spanish, and identify the non-pharmacological interventions to treat pain in people with moderate to severe dementia. Evaluating pain in people with moderate to severe has to be multidimensional. It is always advised to question pain directly regarding the experience of pain. The four recommended tools in this revision are: DOLOPLUS2, PACSLAC, PAINAD and Abbey Pain Scale; the last two being simpler and quicker. The implementation of non-pharmacological measures during treatment is positive, because of pain reduction and the avoidance of unnecessary medication. However, prejudices from health professionals and organizational problems in applying these, must be overcome. The proposal of concrete non-pharmacological interventions in the treatment of pain is the most important contribution of this review, as they may be prescribed and implemented by nursing staff.