Patricia Fernández Bustos
A pesar del tiempo transcurrido desde los atentados del 11 de marzo, es un fenómeno que sigue estando muy presente en la sociedad en general, no sólo por la afluencia mediática que ha tenido y que hoy en día sigue teniendo en los medios de comunicación por el juicio y la sentencia, sino por el dolor y el sufrimiento que se vivió aquel día en el que 191 personas perdieron la vida y más de 1700 resultaron heridas. Esos trenes no sólo se llevaron la ilusión, los sueños y la vida de todas esas personas que viajaban en alguno de esos vagones, sino que también se llevaron parte de la vida, los sueños y las ilusiones de todos que resultaron heridos y de todos los amigos y familiares que se han quedado aquí y que tienen que aprender a vivir sin su presencia. El artículo que se presenta es el relato biográfico de Inés, una persona que perdió a su prima en uno de esos trenes aquel 11 M y que vivió el proceso de búsqueda y de la espera desesperada en el pabellón nº 6 del IFEMA. Nos cuenta como vivió aquel día y como ha cambiado su vida desde entonces, ya que la pérdida de Sonia ha marcado un antes y un después en la vida de Inés.
Despite the time that has passed since the attacks of March 11, a fact that is still very present in society, not only by the influx media that it had, (and today still in the News because of the judgment), but for the pain and suffering being experienced that day in which 191 people were killed and more than 1700 wounded. These trains not only took away the illusion, dreams and lives of all these people who were traveling on one of these wagons, but also took away a part of life, dreams and illusions that all were wounded, and all friends and relatives who stay here and they have to learn to live without their presence. The article presented is the biographical story of Inés, a person who lost his cousin in one of those trains that 11 M, and who lived the process of searching and waiting desperately at the pavilion No. 6 of IFEMA. She tells us that day as she lived and as her life has changed since then, because the loss of Sonia has marked a turning point in the life of Inés.