León, España
En el sistema termorregulador, las glándulas sudoríparas responden a una interrelación fisiológica compleja entre el sistema nervioso central, el sistema cardiovascular y la piel. En reposo el 80% del calor se disipa por conducción, convección y radiación. Cuando la temperatura ambiente supera la de la piel, ~32⁰C, estos mecanismos dej an de ser tan eficaces y el cuerpo comienza a secretar sudor, asumiendo la evaporación el 80% del calor disipado. Mantener un equilibrio de la temperatura corporal es necesario para el correcto funcionamiento del organismo y, cuando la temperatura interna aumenta en más de un par de grados, habrá consecuencias fisiológicas importantes que incluso podrían hacer peligrar la vida