Zamora, España
Ofrecer a los pacientes una asistencia de calidad, en condiciones de trabajo no siempre óptimas, constituye un reto para todo pediatra. Todos asumimos que nuestras decisiones clínicas deben sustentarse en la mejor evidencia científica. Sin embargo, si realizamos un análisis crítico de nuestra práctica clínica, observamos que existe una injustificada variabilidad en los procedimientos diagnósticos y terapéuticos que usamos, que con frecuencia son inapropiados. Resulta fundamental reconocer los escenarios clínicos susceptibles de mejora en Pediatría de Atención Primaria y aprender las distintas estrategias que pueden ayudarnos a optimizar nuestro ejercicio profesional.