El síndrome de Lemierre es una patología poco frecuente y potencialmente letal, que se origina como complicación de una infección localizada a nivel de cabeza y cuello que se extiende al espacio carotídeo. Se asocia a tromboflebitis séptica de la vena yugular interna y con frecuencia produce embolias sépticas a distancia. Se presenta generalmente como un cuadro de fiebre y odinofagia de varios días de evolución tras el antecedente de una infección orofaríngea aparentemente resuelta. Otros focos infecciosos menos frecuentes pueden corresponder a mastoiditis, sinusitis u otitis media aguda. El diagnóstico es fundamentalmente clínico y apoyado en las pruebas de imagen, como la ecografía Doppler y la tomografía computarizada cervical con contraste. El tratamiento consiste en antibioterapia prolongada con adecuada cobertura para anaerobios, especialmente Fusobacterium necrophorum, el patógeno más frecuente. El papel de la anticoagulación en el síndrome de Lemierre es controvertido. Se presenta un caso de síndrome de Lemierre secundario a una otitis media aguda.