Introducción: La soledad en la tercera edad empeora notablemente la calidad de vida y ocasiona un aumento en la demanda de los servicios sanitarios y sociales. En este contexto, los estudios demuestran que las intervenciones comunitarias que mejor efectividad han tenido, son las realizadas con carácter educativo o de apoyo y de manera grupal.
Objetivo: Demostrar el impacto de una intervención grupal sobre la percepción de soledad y salud en la tercera edad.
Metodología: Estudio cuantitativo cuasi-experimental, no controlado, de pre y post intervención, realizado en usuarios de cuatro áreas básicas de salud. Se incluyeron usuarios mayores de 64 años en situación de soledad y procedentes de atención primaria. La intervención consistió en un taller semanal de 60 minutos enfocado a la estimulación cognitiva, a los patrones relacionales interpersonales, y a charlas dirigidas a mantener/mejorar hábitos de vida saludables. Las variables cuantitativas obtenidas a partir de las historias clínicas fueron: número de visitas en el Área Básica y en Salud Mental, actividades en la comunidad, peso, IMC, datos analíticos y farmacológicos. La percepción de soledad se cuantificó a través de la escala ESTE II. Todas las variables a estudio fueron analizadas pre intervención y un año después de la misma.
Resultados: Se incluyeron 63 participantes, 16% (n=10) de hombres y 84% (n=53) de mujeres, con edades comprendidas entre los 64 y 88 años. Después de la intervención se observó una disminución significativa en el número de visitas al Área Básica de Salud (15,35 + 5,77 vs. 11,30 + 5,21; t=8,27; p<0,001) como al Centro de Salud Mental (4,27 + 2,54 vs. 2,43 + 1,81; t=12,52; p<0,001). La participación en diferentes actividades de la comunidad aumentó significativamente (0,14 + 0,39 vs. 2,08 + 0,84; t= -22,97; p=0,001). En cuanto a los factores de riesgo para la salud, el peso (68,72 + 10,39 vs. 66,77 + 9,55 kg; t= 7,14; p=0,001) y el IMC (27,77 + 3,66 vs. 26,99 + 3,33; t= 7,14; p=0,001) mostraron un descenso significativo, así como la glucosa plasmática (5,67 + 1,03 vs. 5,26 + 0,71 mmol/l; t=0,56 p=0,001), ), el colesterol (5,35 + 0,72 vs. 4,93+ 0,58 mmol/l; t= 5,74; p=0,001), triglicéridos (1,49 + 0,52 vs. 1,41 + 0,50 mmol/l; t=0,15; p=0,034), y las concentraciones de LDL (3,11 + 0,66 vs. 2,75 + 0,50; mmol/l t= 5,76; p=0,001). Asimismo se observaron disminuciones significativas en la prescripción de antidepresivos (0,67 + 0,76 vs. 0,52 + 0,66; t=3,2; p= 0,002), ansiolíticos (0,48 + 0,59 vs. 0,32 + 0,50; t=3,07; p= 0,003), analgésicos (1,03 + 0,86 vs. 0,62 + 0,65; t=5,13; p=0,001), antihipertensivos (0,52 + 0,69 vs. 0,40 + 0,55; t=2,64; p= 0,010), anticolesterolémicos (0,48 + 0,53 vs. 0,30 + 0,46; t=3,62; p= 0,001) y antidiabéticos orales (0,37 + 0,51 vs. 0,27 + 0,44; t=2,55; p= 0,013). La percepción de soledad también disminuyó significativamente (14,87 + 3,79 vs. 10,10 + 3,086; t=11,59; p=0,001) tras la intervención.
Conclusión: Una intervención comunitaria y grupal en personas mayores que se encuentran en situación de soledad tiene un efecto beneficioso, ya que disminuye los principales factores de riesgo de la salud y favorece una disminución del uso de fármacos. También conduce a un descenso en la demanda de visitas y a mejores resultados sobre la percepción de soledad. La pertenencia al grupo, se ha mostrado como clave en el soporte durante la pandemia.
Introduction: Loneliness in the elderly significantly worsens the quality of life and causes an increase in the demand for health and social services. In this context, studies show that the community interventions that have been most effective are those carried out with an educational or supportive nature and in a group manner.
Objective: To demonstrate the impact of a group intervention on the perception of loneliness and health in the elderly.
Methodology: Quantitative cause-experimental, uncontrolled study of pre- and post-intervention carried out in users of four basic health areas. We included users older than 64 years in a situation of loneliness and from primary care. The intervention consisted of a weekly 60-minute workshop focused on cognitive stimulation, interpersonal relational patterns, and talks aimed at maintaining / improving healthy life habits. The quantitative variables obtained from the clinical histories were number of visits in the Basic Area and in Mental Health, activities in the community, weight, BMI, analytical and pharmacological data. The perception of loneliness was quantified through the ESTE II scale. All the study variables were analyzed pre-intervention and one year after it.
Results: We included 63 participants, 16% (n = 10) of men and 84% (n = 53) of women, aged between 64 and 88 years. After the intervention there was a significant decrease in the number of visits to the Basic Health Area (15.35 + 5.77 vs. 11.30 + 5.21, t = 8.27, p <0.001) as to the Center of Mental Health (4.27 + 2.54 vs. 2.43 + 1.81, t = 12.52, p <0.001). Participation in different community activities increased significantly (0.14 + 0.39 vs. 2.08 + 0.84, t = -22.97, p = 0.001). As for the risk factors for health, the weight (68.72 + 10.39 vs. 66.77 + 9.55 kg, t = 7.14, p = 0.001) and the BMI (27.77 + 3.66 vs. 26.99 + 3.33, t = 7.14, p = 0.001) showed a significant decrease, as did plasma glucose (5.67 + 1.03 vs. 5.26 + 0.71). mmol / l, t = 0.56 p = 0.001),), cholesterol (5.35 + 0.72 vs. 4.93 + 0.58 mmol / l, t = 5.74, p = 0.001), triglycerides (1.49 + 0.52 vs. 1.41 + 0.50 mmol / L, T = 0.15, P = 0.034), and LDL concentrations (3.11 + 0.66 vs. 2, 75 + 0.50, mmol / lt = 5.76, p = 0.001). Likewise, significant decreases were observed in the prescription of antidepressants (0.67 + 0.76 vs. 0.52 + 0.66, t = 3.2, p = 0.002), anxiolytics (0.48 + 0.59 vs. 0.32 + 0.50, t = 3.07, p = 0.003), analgesics (1.03 + 0.86 vs. 0.62 + 0.65, t = 5.13, p = 0.001), antihypertensive agents (0.52 + 0.69 vs. 0.40 + 0.55, t = 2.64, p = 0.010), anticolesterolémicos (0.48 + 0.53 vs. 0.30 + 0.46, t = 3.62, p = 0.001) and oral antidiabetics (0.37 + 0.51 vs. 0.27 + 0.44, t = 2.55, p = 0.013). The perception of loneliness also decreased significantly (14.87 + 3.79 vs. 10.10 + 3.086, t = 11.59, p = 0.001) after the intervention.
Conclusion: A community and group intervention in elderly people who are in a solitary situation has a beneficial effect, since it decreases the main risk factors of health and favors a decrease in the use of drugs. It also leads to a decrease in the demand for visits and better results on the perception of loneliness. Belonging to the group has been shown to be the key to support during the pandemic.