J. L. González Guerrero, Nieves García Mayolín, G. Lozano, Teresa Alonso Fernández, Basilio Piñas Trejo
OBJETIVO: Evaluar el impacto de la actuación de un geriatra interconsultor en un servicio de Traumatología en términos de gestión clínica (en concreto gestión de camas).
MÉTODO: Revisión de las historias clínicas de pacientes mayores de 74 años ingresados en un servicio de Traumatología durante los meses septiembre a noviembre de los años 1995-96 (previo a la intervención y durante la misma). Se recogió el conjunto mínimo básico de datos de cada paciente codificándose mediante la CIE-9-MC. Se analizaron los datos en base al sistema de clasificación de pacientes Grupos Relacionados con el Diagnóstico (GRD).
RESULTADOS: Se recogieron 117 casos: 59 en 1995 y 58 en 1996; agrupándose los diagnósticos en 12 y 15 GRD, respectivamente. La estancia media (EM) global ± desviación estándar en 1995 fue 28,15 ± 18,27 días (servicio estándar Traumatología 20,53) y en 1996 de 19,88 ± 20,95 días (estándar 19,17); la EM depurada fue 22,15 ± 10,22 días (estándar 20,32) frente a 17,84 ± 12,61 días (estándar 18,88). Comparados los GRD comunes en los años 95/96 se objetivó una EM de 24 ± 9,46 frente a 19,96 ± 12,81 días, el índice de case mix fue 1,46 versus 1,30 y el índice funcional 1,13 versus 0,88.
CONCLUSIONES: Los datos obtenidos indican mayor eficiencia en la gestión clínica en el período coincidente con la intervención del geriatra interconsultor. Sería deseable analizar estrategias similares, pues si los datos aportados se confirman, la generalización de este tipo de intervención sanitaria supondría una mejora en la gestión clínica de los servicios de Traumatología y, por extensión, de los centros hospitalarios.
OBJETIVE: To evaluate the impact of an inpatient geriatric consultant in an Orthopaedic Service on clinical management (particularly, inpatient hospital beds management).
METHOD: Revision and analysis of clinical histories of patients who are older than 74 admitted to an Orthopaedic Service from September to November in the years 1995-96 (before and during intervention itself). The minimum basic data were noted down, referring to every patient, codified by means of CIE-9-MC. The data were analyzed considering the system of Diagnosis-Related Groups (DRG) patient classification.
RESULTS: 117 cases were considered: 59 in 1995 and 58 in 1996 grouping the diagnoses in 12 and 15 DRG, respectively. The global average length of stay (LOS) ± standard deviation in 1995 was 28.15 ± 18.27 days (standard Orthopaedic Service 20.53) and in 1996 it was 19.88 ± 20.95 days (standard 19.17); the LOS depurated was 22.15 ± 10.22 days (standard 20.32) compared to 17.84 ± 12.61 days (standard 18.88). After comparing the common DRG during the years 95/96 it was obtained a LOS 24 ± 9.46 compared to 19.96 ± 12.81 days, the case mix index was 1.46 versus 1.30 and the functional index 1.13 versus 0.88.
CONCLUSIONS: The data obtained prove a greater efficiency in the clinical management during the period of time when the geriatric consultant intervened. It would be desirable to analyze similar strategies for, provided the given data are finally confirmed, the generalization of this type of sanitary intervention would mean an improvement of the clinical management of Orthopaedic Service and because of that, the improvement of hospitals.