Acceso usuarios
Guillermo Molina Recio, Rafael Molina Luque, Manuel Romero Saldaña 
Casi todos los países del mundo sufren uno o más tipos de malnutrición. Las intervenciones con tecnología móvil (mHealth) parecen representar un enfoque prometedor para este problema porque son útiles para compartir información sobre patrones de alimentación saludable y ofrecer motivación para el cambio de comportamiento, entre otras posibilidades. Desde esta perspectiva, introducimos un modelo teórico que intenta explicar la brecha que prevalece actualmente entre los elementos que participan en el desarrollo de estrategias nutricionales de mHealth (que hemos denominado el Gran GApp). La evidencia nos dice que es necesario tener en cuenta a todos los interesados en el proceso para asegurar los resultados positivos de una intervención de nutrición basada en la mHealth: los pacientes, los proveedores de atención de la salud y las empresas tecnológicas. Si estos elementos no se tienen en cuenta en el diseño de las estrategias de mHealth, surge el Gran GApp, que puede conducir a falta de adherencia al cambio propuesto y disminuir el potencial de mejora de la calidad de los resultados en materia de salud.
Almost every country worldwide suffers from one or more types of malnutrition. Mobile technology (mHealth) interventions seem to represent a promising approach to this problem because they help share information about healthy eating patterns, offer motivation for behavioral change, etc. From this perspective we introduce a theoretical model that attempts to explain the gap that currently prevails between the elements involved in the development of nutritional mHealth strategies (which we have called the Great GApp). Evidence tells us that it is necessary to consider all the parts involved to ensure positive outcomes of an mHealth-based nutritional intervention: patients, health care providers, and stakeholders (technological companies). If these elements are not considered in the design of mHealth strategies a Great GApp arises, which may lead to lack of adherence to the proposed change, and decrease the potential for improving the quality of health outcomes.
