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Fundamentos: El uso de la auto-toma para determinación del Virus del Papiloma Humano (VPH), podría facilitar la implantación de los programas de cribado poblacional y aumentar la participación de las mujeres. El objetivo de estudio fue conocer los conocimientos y actitudes de las mujeres frente al cribado del cáncer de cérvix y la aceptación de la auto-toma como método de cribado para la detección del VPH.
Métodos: Estudio transversal analítico mediante encuesta telefónica realizada a una muestra aleatoria de 389 mujeres entre 35 y 65 años de la Comunitat Valenciana. Se preguntó a las mujeres sobre prácticas preventivas previas, actitudes y conocimientos del cribado, y la preferencia por la determinación de VPH mediante auto-toma o por un profesional sanitario.
Resultados: El 86,9% de las mujeres encuestadas prefirieron la auto-toma como método de cribado y el 93,3% se habían realizado una citología cervical previa. El 51,4% de las mujeres tenían un nivel de conocimiento alto sobre el cribado del cáncer de cérvix. Las mujeres de menor edad (POR 9,26; IC95%1,04-24,38), mayor nivel de estudios (POR 4,6; IC95%:1,92-11,00), y mayor nivel de conocimientos (POR 2,78; IC95%:1,69-9,29), presentaron preferencias mayores por la determinación de VPH mediante auto-toma. La tendencia en la edad, nivel de estudios y conocimientos fue la misma para la prevalencia de realización de la citología cervical previa.
Conclusiones: La aceptación de la auto-toma como método de cribado del cáncer de cérvix es elevada entre las mujeres. Se deben dedicar esfuerzos para aumentar el conocimiento en las mujeres para reducir posibles desigualdades de acceso y fomentar una participación informada.
Background: The use of new devices such as the self-sampling for the determination of the Human Papilloma Virus (HPV), could facilitate the implementation of population screening programs and increase the participation of women. The objective of the study was to find out the women´s knowledge and attitudes towards cervical cancer screening as well as the acceptability of self-sampling.
Methods: Analytical cross-sectional study by telephone survey carried out on a random sample of 389 women from 35 to 65 years of age. The women were asked about their attitudes and knowledge of the screening and preference for HPV determination by self-sampling or by a healthcare professional.
Results: 86.9% of the women preferred selfsampling as a screening method and 93.3% had undergone a previous cervical cytology. 51.4% of the women had a high level of knowledge about cervical cancer screening. Younger women (POR 9.26; 95% CI 1.04-24.38), higher level of education (POR 4.6; 95% CI: 1.92-11.00), and higher level of knowledge (POR 2.78; 95% CI: 1.69-9.29), presented higher preferences for the determination of HPV by self-sampling. The trend in age, educational level and knowledge was the same for the prevalence of previous cervical cytology.
Conclusions: The acceptance of self-testing as a method of cervical cancer screening is high among women. Efforts should be made to raise awareness among women to reduce possible inequalities in access and to encourage informed participation.
